— ¿Haneul? — levanté mi mirada para observar al sujeto del cual provenía aquella voz, efectivamente supuse que era mi hermano.

Y digo supuse porque me costaba demasiado asimilar que hubiese podido cambiar tanto, y pensar todas las veces que le molesté porque no tenía éxito con las chicas. De seguro que ahora tenía que tener un club de fans detrás de él.

— ¡Jaehyun! ¡Te he echado mucho de menos! — hasta yo misma me extrañé de que me saliese algo bonito para decirle, mejor que no se fuese acostumbrando.

Jaehyun seguidamente me abrazó haciendo olvidarme de todos los pensamientos que rondaban por mi cabeza. En realidad si que echaba de menos esos abrazos.

— Pasa, tienes muchas cosas que contarme, como por ejemplo ¿por qué has vuelto? ¡Podrías haberme llamado diciéndomelo por lo menos! — dijo Jaehyun mientras que me hacía pasar dentro de la casa, adentrando mis maletas y dejándolas junto a las escaleras.

Analicé la casa de arriba a abajo, al parecer casi nada había cambiado, quizás simples detalles de la decoración pero por lo demás todo seguía igual, incluso el mismo aroma.

— Veo que lo de ser distraída no ha cambiado en ti— volví a mirarle y se encontraba apoyado en el marco de la puerta del salón mirándome expectante.

— El tiempo cambia a las personas, pero no hace milagros hermanito— dije formando una sonrisa cuadrada en mi rostro lo que provocó que se formase una sonrisa en el suyo.

— ¿Me vas a decir por fin por qué has decidido volver? Me harías un gran favor si pudieses responderme de una vez por todas— volvió a decir Jaehyun soltando un suspiro al final de aquella frase.

— Primero déjame decirte que tú tampoco has cambiado, no hay quien gane tu impaciencia y segundo digamos que mi vida en Alemania tampoco ha sido muy buena— dije haciendo una pequeña mueca al decir lo segundo.

— ¿Y eso? Por las llamadas que me hacías creía que todo iba bien.— Jaehyun frunció su ceño incorporándose en su sitio.

— Ya... al principio yo también creía que todo iba bien. La verdad es que por ahora prefiero no hablar de ello. — dije bajando mi mirada al recordar algunos recuerdos fugaces que venían a mi mente.

— Como quieras. Tienes que estar cansada, has tenido un viaje largo, sube a tu habitación y descansa. Ya me encargo yo de llamar a papá y a mamá y de avisarles de que has vuelto— me limité a bostezar y a asentir para coger mi maleta y subir las escaleras llegando a mi habitación.

Esta seguía intacta, tal cual la dejé cuatro años atrás. Tendría que volver a decorarla un día de estos, mis gustos han cambiado demasiado por lo que he podido comprobar.

Tampoco quería hacer gran cosa esa noche por lo que me cambié de ropa y me dirigí a mi cama para intentar dormir aunque se me hizo un poco difícil al principio.

Mi mente comenzaba a inundarse de escenas de todo lo que había vivido en Alemania. Cerré mis ojos con fuerza intentando sacar todos mis pensamientos de mi cabeza en aquel momento pero no era tan fácil.

Tranquila Haneul, una vida nueva ¿está bien? El pasado ya no importa, ya no importa nada de lo que sufriste o de lo que hiciste sufrir. Ya da todo igual. Céntrate en seguir adelante y en que mañana será un día nuevo.

Fragile - Na JaeminWhere stories live. Discover now