Todoroki vs Bakugou

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Sonrojarse por cualquier motivo no era una peculiaridad común en Ochako, sin embargo, ahora tenía una razón diabólicamente válida para hacerlo. Recordar el momento vivido era torturarse a sí misma debido a que había experimentado su primer beso. A Bakugou pareció importarle poco el hecho de haber sido la persona responsable de un acto de esa magnitud, pero para ella sólo pudo significar una cosa bastante complicada. ¿Por qué la había besado si no sentía nada por ella?

Difícilmente pudo conciliar el sueño durante la fría noche y cuando lo hizo, en sus sueños más extraños pudo ver claramente cómo él apareció en éstos. Una ilusión de él con un reflejo distinto de su notable carácter, que demostraba abiertamente sus emociones y mostraba una preocupación sólida por ella. Los ojos de Bakugou podrían denotar un sentimiento de devoción y afecto para ella y su leal compañía serviría para toda la eternidad en su perpetua unión de amor. Un amanecer a su lado, rodeada por sus cálidos brazos y un beso de consuelo en los labios, era suficiente fantasía para ella soñar con él de aquella manera banal.

Descansar tan pocas horas no ayudó en nada a que sus funciones fisiológicas trabajaran normalmente. Amaneció sumamente ojerosa producto de una mala noche y se regañó mentalmente por ser tan insensata e imprundente, tenía que trabajar arduamente y debía ser eficiente y mucho más que eso, su jefe se trataba del mismísimo Bakugou Katsuki.

Interactuar con él esa mañana fue bastante extraño. Él actuaba como si nada malo hubiese ocurrido y ella trataba de pasar de él reservadamente, manteniendo una compostura lo bastante discreta como para no llamar la atención, evidentemente iban a estar uno frente al otro cuando llegara el momento de llegar al trabajo.

Ni siquiera pudo observarlo como solía hacerlo e intentó evitar que él la mirara, sin decir ni una palabra y demostrando un silencio sepulcral.

Bakugou notó cada acción por parte de la Cara Redonda, puso los ojos en blanco en cuanto noto que ella giraba su cabeza disimulando cuánto podía espiarlo tontamente. Aunque fuera un juego de dos, él no se daría el lujo de vigilarla constantemente ya que no era necesario, era una tonta sin remedio.

Habían hecho algo completamente normal y no significaba algo trascendental, después de todo estaban obligados a tener un compromiso bastante formal y en cualquier jodido momento llegaría a ocurrir. Él tenía bastante bien planeado lo que iba a hacer con ella al paso del tiempo y aunque estaba convencido de no estar afectado de lo que ella hacía, parecía irritarle el hecho de que ella quisiera evitarlo.

— Tenemos que irnos —ordenó antes de tomar sus pertenencias y salir de su casa a toda velocidad.

Ochako obedeció y estuvo a su lado en un santiamén, no dijo palabra alguna como solía hacerlo ni pretendió establecer una amigable conversación como siempre. Evadió cualquier señal de desasosiego presente para inculcar su propio frenesí e inestabilidad situacional.

Volvieron a la oficina con normalidad y el trabajo exigente comenzó a llamar a Ochako. Los deberes fueron mucho más diligentes y laboriosos, las horas transcurrían y cada vez le costaba mucho más trabajo realizarlos, aunque ella no se quejó en ningún segundo Bakugou pudo notar el cansancio de la chica con suma facilidad.

— Veo que tuviste una noche difícil ¿eh?

— Pero ¿¡qué dices!? H-He dormido perfectamente bien —mintió en defensa propia y dando un respingo de sorpresa, quizá estaba distraída con cualquier otra cosa. Lo normal para ella.

Me pregunto cómo actuarías si te hubiese cogido duro —dijo en un murmullo que Ochako no pudo entender, devolviéndole una expresión extraña—. Eres demasiado rara.

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