¡Pobre De Mi!

Capitulo 19

—No exactamente, de hecho, vine a invitarte a dar un hermoso paseo en mi auto.— le puse mala cara al instante y su expresión divertida se borró. —Por favor, tenemos muchas cosas que hablar, solo escúchame, unos minutos.— me miro. —Por favor.

¿Nunca se dará por vencida? Volteé los ojos un tanto divertida y asentí lentamente asegurándome de no cambiar de opinión repentinamente, no pude evitar devolverle la sonrisa tan encantadora que me dedicaba.

Me adentré a el auto agradeciendo a Dios que este tenía aire acondicionado, el calor en este lugar es tremendo, podría jurar que vi como cambio la dulce mirada de Nick a una maliciosa y llena de lujuria. Los minutos pasaron y ambos guardamos un silencio atormentador, comencé a  tambolirear en mis piernas, Nick no despegaba los ojos de la autopista y aquello me volvía aún más loca.

—De acuerdo ¿Para eso me trajiste? ¿Para ver lo bien que luces conduciendo tu lujoso auto?

—Gracias por el cumplido preciosa.

—No fue exactamente un cumplido, primor.— bufé.

Volvimos a quedar en un completo silencio mientras miraba con el rabillo del ojo como embozaba una sonrisa corta, no fue si no después de volver mi vista a la ventana cuando me percate de que todos los edificios había desaparecido y solamente estábamos rodeados de árboles y montañas.

—Pero ¿Que demonios? ¡Nicholas! ¿Ha donde diablos vamos? ¿Acaso es un tipo de secuestro?

—Si lo dices así, no suena romántico.

—¡No es para nada romántico!​— grité.

Él solo soltó una risotada mientras yo hiperventilaba exageradamente. El único lugar de California que conocía era mi calle, la ruta del transporte y la universidad ¿Como demonios pensaba que reaccionaria si me llevaba lejos de mi zona de confort?

—Jamie debe estar preguntándose dónde estamos.

—Crees que teniendo la casa sola con Brooke ¿Desperdiciara su tiempo preguntándose donde estamos?— se burlo.

—¿A donde vamos?— susurre.

—Al paraíso.

Después de decir aquello, todas las montañas desaparecieron dando una hermosa vista al océano. Encendió la radio y pude escuchar la hermosa melodía de Paradise-Codplay solté una risotada pensando que posiblemente aquel idiota que me hacía sentir tantas cosas había planeado todo eso solo para impresionarme, lo cual hizo que me relajara un poco.

Al llegar a el muelle nos encontramos con un yate en la orilla de este ¡Debe estar bromeando! Odio a este chico y sus excesos de dinero, tomo mi mano y me condujo al interior de este.

—Estas demente, Dearkin.

—Me han llamado de muchas formas, pero esa es mi favorita y en la que mejor me desempeño.

Al comenzar a navegar el yate, nos sumergimos en una negrura total, lejos del sonido de los autos en la autopista, del olor a cigarro, del ruido, de la gente. Unos minutos después, comenzó a verse un resplandor a lo lejos.

—¿Que es eso?

—La cabaña de mi padre.

Todo era extremadamente hermoso, el sonido de los grillos a lo lejos, el olor a tierra mojada, el golpeteo de las olas con las rocas, sentía que por primera vez podía respirar realmente. La cabaña era totalmente de madera con ventanas de cristal, en la entrada habían dos faros de velas alumbrando el caminó. Me quedé unos segundos contemplando todo​,  hasta que Nicholas me tomó desprevenida adentrándonos en la casa.