CAPÍTULO 6

62 3 0
                                    

"...Por favor no te vayas"

El estruendo del jarrón hizo que algunas criadas llegarán inmediatamente limpiando el desastre que yo había provocado.

-¿Quién es la chica torpe?-preguntó el chico.

Antes de que alguien dijera algo salí corriendo de la sala, no sabía a donde ir, solo corrí y corrí, me detuve exhausta en los jardines, ni siquiera me había dado cuenta de cuando había salido del palacio, me senté sobre el pasto intentando recuperar el aliento.

No podía creerlo, él era el chico, el chico que había descrito miles de veces en mis historias, el chico que había aparecido en mis sueños demasiadas veces, era difícil olvidar esos rasgos tan suyos, era difícil olvidar esos rasgos tan suyos, era imposible olvidar esos ojos cafés claros casi llegando a verde, ese cabello pelirrojo, esas pecas, esa blanca piel, ese chico era idéntico, pero ¿Cómo diablos podía ser eso posible? Siempre había creído que él solo era producto de mi imaginación pero al parecer no, el chico era real y no se veía que fuera muy agradable.

Cerré mis ojos intentando relajarme, solo quería escuchar el movimiento de la hierba por culpa del viento, estos días habían sido demasiado para mí, tantos secretos, tantas revelaciones, tantos problemas, necesitaba resolver todos, pensar las cosas y arreglar todo.

Intente recapitular todo ordenándolo y aclarando mi mente: Mi nombre es Aylee Harrison o bueno aún no sé cuál es mi apellido de la familia real de Luxemburgo, soy la primogénita de la familia, me llevaron a Cold Spring al poco tiempo de haber nacido ya que estaba en peligro, los que creía que eran mis padres no lo son, mis verdaderos padres son los reyes de Luxemburgo, al parecer tengo hermanos a los cuales no los alejaron ni les ocultaron la verdad y acabo de conocer al chico con el que soñaba y al que describía en mis historias, sí, casi nada me había pasado, el único problema era que no sabía cómo tratarlos y resolverlos.

-¡Aylee, Aylee!-grito alguien, escuche los pasos de alguien acercándose a toda prisa. Abrí mis ojos cuando los pasos se detuvieron encontrándome con el rostro curioso de Frankie-aquí estas, creí que te habías perdido.

-No te vas a deshacer tan fácil de mí-conteste riendo ante lo que acababa de decir.

-No, no quiero deshacerme de ti, tú eres muy linda y me caes muy bien...por favor no te vayas-suplicó abrazándome.

-Claro que no me iré pequeño-respondí devolviéndole el abrazo.

Duramos un tiempo abrazados, él seguía pidiéndome que no me fuera y yo seguí respondiéndole que lo haría, cuando nos separamos miré con ternura a Frankie quien había comenzado a jugar con sus dedos, aún se veía inseguro.

-Vamos pequeño ¿Me ayudarías a encontrar mi habitación?-le pregunté mostrándole una enorme sonrisa. Él asintió gustoso levantándose y comenzando a dar brincos inquietos-tranquilo pequeño, todo con calma-dije mientras me levantaba y tomaba su mano para ir de nuevo al palacio.

En el palacio le preguntamos a una criada si sabía cuál era mi habitación la cual nos llevó hasta esta, cuando abrí la puerta dos chicas aparecieron de la nada asustándome.

-Su majestad-ambas hicieron una reverencia-nosotras somos Tiana y Diana y somos sus damas de compañía-la chica agrego algo en voz muy baja con la intención de que Frankie y yo no escucháramos pero lo hicimos-corre, ve por la bata de la princesa.

-Pero te toca a ti-se quejó la otra.

-No a ti-insistió la otra dándole un leve golpe con el codo a lo que la otra le respondió igual, Frankie y yo nos miramos y comenzamos a reír a carcajadas haciendo que las chicas se detuvieran y nos miraran avergonzadas.

Once Upon A Dream [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora