Capítulo 13: "Suelta el arma, te prometo que es bueno"

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Salió a la sala un segundo después, una toalla blanca envuelta alrededor de sus caderas, su pecho todavía húmedo y brillante con gotas de agua de la ducha. Sus mejillas estaban rojas y yo recordé de pronto la reclamación de Liz de que se estaba masturbando. Yo empuje esa imagen mental lejos para inspeccionarla más tarde.

-¿Qué demonios está haciendo él aquí? -Gritó Liz, señalando a Drew.

Drew parecía incómodo y avergonzado. Un impulso protector hinchó dentro de mí. No uno que haría que Drew se sintiera mal por estar aquí.

-Liz, relájate. Te lo explicaré. Drew, ¿por qué no vas a mi habitación y te vistes?

Desapareció por el pasillo sin decir una palabra.

-¿Qué demonios te pasa?- Susurró Liz en voz alta tan pronto como él se había ido.

Levanté mi mano, deteniéndola a mediados de despotricar.

-No es lo que piensas. Solo va a estar aquí hasta que este sobre sus pies. Y no pasa nada entre nosotros.

-Así es. Y es por eso que se está masturbando en tu cuarto de baño, porque nada está pasando?

-Sí. Exactamente. Él no está recibiendo ninguna acción de mi parte. Sé que parece una locura, pero él es mi amigo.

Ella respiró hondo y cerró los ojos. Cuando los volvió a abrir, parecía una poco más relajado.

-Tienes suerte de que te quiero niña, porque de lo contrario, estaría llamando a la policía.

-Gracias, Lizzie, pero no puedes decirle a nadie sobre esto. En especial, no a Clancy.

-Obviamente -se burló ella.-Por lo menos todavía tienes un poco de sentido del bien y el mal.

Quité el paraguas de sus manos.

-Suelta el arma. Te prometo que es bueno.

Drew salió unos minutos después, vestido con pantalones vaqueros y una camiseta gris desgastada.

-Hola, soy Drew.

Él extendió la mano a Liz. Le sonreí cálidamente, agradecida de que a pesar de esta situación incómoda, era cortés y bien educado.

Liz le sonrió también, pareciendo notar por primera vez lo atractivo que era. Yo había visto esa sonrisa de antes, y usualmente es reservada para un hombre que estaba tratando de impresionar.

-Es agradable conocerte. -Ella sonrió.

-Y veo que has conocido a Tom? -Drew miró hacia abajo al gato que serpenteaba alrededor de los tobillos de Liz.

-Ah. Ahora tiene sentido. Tom es obra tuya.

Él asintió con la cabeza y se agachó para recoger el gato, sosteniéndolo contra su pecho.

-Sí.

-__(tn) odia a los gatos -comentó Liz.

-Odias los gatos? -Preguntó Drew, volviéndose hacia mí con una mirada de preocupación.

-Yo no los odio.

Drew se volvió hacia Liz por la verdad, ya es consciente de que dentro de los treinta segundos de conocerla, ella no era una de contenerse.

-Ella les odia. Lo que significa que ella realmente tiene que quererte.

Drew me sonrió cálidamente. -Sal a la calle, Tom. -Drew encamino al gato a la puerta y lo conducidos fuera.

Liz se quedó toda la tarde para conversar con Drew y conmigo. Compartimos una copa de vino y yo encendí un poco de música. Me sentí aliviado al ver a Liz ser amable con él, aunque me di cuenta de que había expresado todo lo que estaba realmente en su mente después.

Cuando estuvo lista para irse, ella me pidió que la llevara afuera, lo cual fue clave para te voy a bombear para obtener información fuera del alcance del oído de tu presa.

Estupendo. Me deslicé sobre mis zapatos y la seguí hasta el pasillo. Se quedó callada mientras descendíamos las escaleras, pero me di cuenta de que sus pensamientos giraban. Eso sólo me asustó más.

Una vez que llegamos a la calle, se detuvo delante de su coche.

-Así que realmente no hay nada pasando entre tú y Drew?

Asentí con la cabeza.

-Demuéstramelo.

Incliné mi cabeza, tratando de entender. ¿Quería inspeccionar mis partes femeninas para detectar signos de entrada?

-¿Cómo?

-Como por ejemplo... si te organizo una cita, irás?

Oh mierda.

-Por supuesto.

Ella tomó una respiración profunda, obviamente satisfecha de sí misma.

-Genial. Es mañana por la noche. A las Ocho con Jason, el tipo al que conociste en el club. Ha estado preguntando por ti.

Tenía esto arreglado desde el principio, que sorpresa!

Abrí la boca para protestar, cuando Liz le dio unas palmaditas a la parte superior de mi cabeza.

-Y ponte un vestido.

Ella se metió en su coche y se marchó.

«Amnesia, jb»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora