Sombras en los espejos.

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Tomados de la mano fuimos hasta el jardín del patio trasero mientras me comentaba sobre sus días sin mí en el estudio, entrevistas y demás. En esas semanas no paraba y los momentos para compartir eran escasos. -¿Y las niñas cómo han estado? ¿Son unas rebeldes como su madre?

-La doctora dijo que están perfectas. Y... si son rebeldes no lo habrán sacado de mi lado de la familia -le hice una mueca muy adulta, se inclinó y me besó la nariz para después sentarnos en la sala de té que pedí exclusivamente para el patio trasero.

Antes de que pudiera replicarme sonó su celular. No, por favor no... El sonido de su celular se había vuelto mi peor enemigo. Siempre que sonaba algo pasaba y necesitaba irse de casa.

Miró la pantalla, sonrió y contestó. -¿Cómo está la tía más irresponsable del mundo? -pensé que seguramente era una de sus hermanas. Quien fuera le respondió algo que lo hizo reír y luego fruncir el ceño. -¡Hoy estoy aquí con ellas! -exclamó volviendo a reír. -Sí, sí... ya te la paso.

Me tendió el celular, lo tomé y la risa que escuché me reveló que era Vivian. -...pásame esos papeles, Brad.

-¿Hola? ¿Vi?

-Marie, lo siento. ¿Cómo están mis princesas? -me quejé diciéndole que ya no preguntaba por mí. -Sabes que te quiero, pero las princesas van primero...

Me reí y la escuché despedir a alguien mientras yo le daba los detalles de mi último control y cómo había ido a visitarla y no estaba. De inmediato le pregunté quién era el nuevo maestro y por qué no lo había comentado conmigo. -En resumen es un excelente bailarín, está remplazando a Henry. ¿Te comenté que tiene un esguince de tobillo? Bueno, por eso él está aquí. No te preocupes, es bueno en lo que hace... además de ser un perfecto distractor para las estudiantes -agregó en voz baja.

Rodé los ojos, Zayn rió y atrapó mi mano. -Lo sé. Tuve el placer de conocerlo ayer -comenté recordando los ojos azules de Bradley. Escuché como mi amiga reía y comentaba algo sobre una de las alumnas que había entrado en los casilleros de los maestros y protagonizado una escenita.

-Debiste estar aquí. Nunca antes vi a un hombre tan sonrojado y una chica tan desesperada... -quise preguntar cuál de las alumnas había sido, pero me contuve por respeto. No podía juzgarla porque yo me había enamorado de mi maestro también. -Bueno, ya sé que tu maridito está en casa, así que disfrutalo.

-Eso hago -dije viendo a Zayn. Tenía el ceño fruncido viendo a ningún punto en específico.

-Te acabo de mandar unos documentos que necesito que firmes -con la eficiencia del mensajero que teníamos tendría los documentos en unos cuarenta minutos. -Son facturas y cosas... ya sabes. ¡Cuida a mis sobrinas!

-Claro, pero te recuerdo que si algo me pasa ellas están dentro de mí -me reí, me despedí y colgué.

Dejé el celular de Zayn en la mesa y le agradecí. Vivian seguramente había llamado a su móvil porque el mío tenía días sin salir del cajón de mi mesita de noche. -No hay problema. Y... ¿a quién tuviste el placer de conocer ayer?

Solté su mano, me encogí de hombros y dije: -Un nuevo maestro. Remplazo de Henry -con esa poca información dejó un poco de lado sus celos. No era como si yo tuviera razones para serle infiel.

-¿Qué le pasó a Henry? -ya que conocía a todos los empleados me fue más sencillo zafarme del interrogatorio.

Amalia apareció con mi helado diario y una bebida para Zayn, mientras hablábamos sobre lo que faltaba en la habitación de las niñas y los planes para ir pronto al Reino Unido a visitar a nuestras familias. Estarían dichosos de vernos y a las niñas también.

Forever Troublemaker. [Terminada]Where stories live. Discover now