-¿Era un gran perro?- preguntó curiosa pero con una sonrisa viendo al pelirosa

-Nop, era un gato- dijo sonriendo algo nervioso a lo que Dimaria se le bajo una gota de sudor en la cien- pero eso no le quita lo demoníaco a ese felino- dijo con algo de miedo recordando a su felino, para después hincarse (arrodillarse) enfrente del gran danés y con su mano acariciar al can- pero apuesto todo lo que quiera a que tú  eres un excelente compañero con Dimaria, ¿verdad muchacho?- decía sonriendo aun acariciando al canino el cual hizo lo mismo que con su dueña, mover la cola de manera feliz, sorprendiendo a la rubia

-Que raro, jamas se deja acariciar o tocar por algún extraño, siempre llega a morder- decía con algo de duda por el comportamiento tan tranquilo de su perro hacía Natsu

-Bueno- dijo por último para levantarse y ver fijamente a la rubia- ¿quieres dar un paseo por la playa para conocernos mejor?- con una sonrisa como las suyas, le preguntó el pelirosa sonrojando a Dimaria , ocasionando que esta volteara la mirada para evitar que viera su sonrojo

-S-Si...seguro- dijo con timidez y con algo de nervios en voz baja pero no tanta como para evitar que Natsu la escuchara

-¡Bien!- "gritó" con entusiasmo tomando la mano de Dimaria ocasionando que esta se sonrojara aun más y sus nervios aumentaran, comenzamos a caminar "arrastrando" a la rubia- ¡Ven Robert!- alzó la voz pero de manera alegre "alertando" al can quien en seguida se encontraba al lado de los dos caminando alegremente mientras que su correa se arrastraba por la arena...

Unas horas después...

Ambos jóvenes se encontraban caminando en la playa con sus pies metidos en la orilla del agua, apenas si tocándola, sin sandalias o algún otro calzado dejando que el agua recorriera por sus pies, mientras que el perro de Dimaria mientras caminaba olfatiava la arena...

-Así que decidiste mudarte a Magnolia por la música, eh?- preguntó curioso viendo a Dimaria quien tenía su mirada en el despejado cielo azulado

-...Si..., mis padres jamas estuvieron de acuerdo con la profesión, ellos querían que fuera abogada o algo de esas cosas aburridas, pero a mi nunca me interesó algunas de esas carreras, es por eso que mi abuelo August me dio la oportunidad de mudarme con él y mi prima Brandish- respondió con algo de melancolía, aun con la mirada fija en el cielo- Bien, yo ya conté lo que me a pasado hasta ahora de mi vida, ¿qué hay de ti?- preguntó curiosa posando su vista ahora en Natsu quien se detuvo de golpe

-Pues..., cuando era pequeño, era un niño gordo, lo que ocasionaba que me hicieran bullying durante toda la primaria hasta tal grado de que me dejaran internado en el guapo por semanas, varias veces considere la idea del suicidio- respondió con una sonrisa triste viendo la separación que hay entre el agua del océano y la arena, en cuanto a Dimaria, estaba enfrente de Natsu viéndolo con preocupación y tristeza- por suerte no fue así gracias a la novia de mi hermano, quien me salvó de aquella depresión, después de eso, asesinaron a mis padres enfrente de nosotros, por años hice ejercicio y practicando algunas técnicas de combate para dejar en ridículo a los que me hicieron la vida imposible de niño y para matar al desgraciado que mandó matar a mis padres, hace poco encontré al maldito y me propuse en cazarlo- habló con enojo y odio en lo último que dijo, asustando a Dimaria quien dio un paso atrás, pero de pronto, los puños cerrados de Natsu se relajaron- Pero el intento de cazarlo me estaba matando, literalmente y gracias al consejo de un amigo dejé eso por un tiempo y decidí concentrarme en las canciones que nos encargaron componer- hablo con más tranquilidad y con su típica sonrisa, haciendo que Dimaria aparte de que se sonrojase un poco volviera a tener confianza en el dragneel, hasta Natsu vio su muñeca en la cual traía su reloj que marcaba las 18:30 causando de que el pelirosa se asustara un poco- Lo siento Dimaria, pero tengo un compromiso o sino van a matarme, ¡Nos vemos!- se despidió algo asustado comenzando a correr en dirección contraria con la que estaban caminando hasta perderse de la vista de la rubia quien poso sus manos en su pecho, especificando, donde se encontraba su corazón, en sus ojos avellana se podría apreciar cierto brillo y que en sus mejillas había un tenue color rojizo...

-...Natsu...



¡¡HOLA CHICOS!!, ¿como han estado?, en primera lamento la demora con este capitulo, pero tenia un pequeño asunto de la escuela que ya quedo solucionado, en fin, espero que les haya gustado el capitulo trece de esta historia y si se que todavía falta que esta muchacha se una al harem, pero pronto amigos, pronto.

Antes de finalizar el capitulo, quisiera un poco de su opinión y ayuda, se que me falta también seguir con la historia "EL DESPERTAR DEL MAL" pero lo que pasa es que eh quedado sin ideas buenas, así que pido su ayuda y apoyo para que me den algunas ideas para el siguiente capitulo y como ultima cosa les informo que publicare otras dos historias más y posiblemente serán las ultimas, ¿la razón?, fácil, ya que en esta historia hemos superado las cuatro mil leídas y más de trecientos votos y para mi es un gran orgullo y triunfo por que se que les esta gustando lo que yo escribo, y otra "sorpresa o idea" pensaba hacer una escena para "mayores de edad" con la chica que ustedes elijan, ¿que dicen?. En fin, sin más que decir...


¡Adiós!



Natsu Dragneel-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora