IX

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Ramiro cayó rendido después de intentar descifrar los códigos. Apenas lograron encontrar dos libros en español, los cuales decían poco y nada sobre lo que estaba sucediendo o lo que el presidente había dicho.

El sabio dejó que José se ocupara de ello mientras dejaba que el sueño lo venciera. No sabía si ya habían pasado un día entero encerrados o tan solo horas. En cuanto cerró sus párpados, una imagen le vino a la cabeza.

Simplemente era él nadando en unas aguas completamente transparentes, aunque más bien parecía que se estaba ahogando. No paraba de repetir una palabra, y afinó todos sus sentidos para entenderla. Sabía que estaba soñando, pero sentía que ese sueño no era un simple producto de su imaginación.

Recuerda.

Eso es lo que repetía el hombre bajo el agua una y otra vez. Cuando logró entender, tomó una bocanada de aire tan profunda que asustó a José, hasta tal punto que varios libros se cayeron de sus manos. Ramiro se frotó los ojos e intentó recuperar la calma con una respiración honda.

—Esto ya lo vivimos —dijo de repente. El anciano arqueo las cejas con expresión confunfida.

—¿A qué te referís, Ramiro? —cuestionó, volviendo a acomodar los libros sobre su regazo.

—Esto, José, ya nos pasó. Si no logramos descifrar el mensaje oculto, vamos a morir ahogados. No es una broma, acabo de verlo en los sueños y yo creo que los sueños esconden las verdades más profundas de nuestro ser. Estoy seguro de que algo raro hay en todo esto y no podemos parar hasta saber qué es —contó con velocidad y volviendo a revisar la amplia biblioteca que los rodeaba.

—Rama —dijo su acompañante con aspecto pensativo, rascándose la barbilla. El interpelado lo miró para dedicarle toda su atención—. No sé si será casualidad, pero... hace unos días yo también soñé que me ahogaba.

—¿Decías algo bajo el agua? —interrogó con interés. José asintió con la cabeza.

—Sí. Dije... Intentar. ¿Por qué? ¿Vos también hablaste?

—Sí. Yo dije recuerda. ¿Qué significará? ¿Será intenta recordar?

Todo encajó cuando miraron un libro abierto que estaba tirado en el suelo. En negrita estaba eso mismo, intenta recordar. ¿Pero qué era lo que tenían que recordar? ¿Por qué sentían que eso ya lo habían vivido? ¿Acaso así iba a ser todo el tiempo? Cuando resolvían una duda, mil más llegaban a sus mentes.

En menos de cinco minutos, reunieron la mayor cantidad de libros que encontraron en su dialecto. Varios de ellos enseñaban las lenguas antiguas, así que entre ambos se pusieron a decodificar los mensajes. Habían escuchado tantas veces el audio del presidente, que ya sabían a la perfección las palabras que este había utilizado. El problema era traducirlo.

Poco a poco fueron transcribiendo las palabras.

Estimados compañeros.

Cuando descifren esto puede que ya sea tarde. El tiempo es un bucle que no para de...

En ese momento el búnker tembló y una estrepitosa sirena les avisó que algo no andaba bien.

Interferencia 3.0Where stories live. Discover now