No hay peligro de muerte.

Miro hacia los lados, y veo a mi padre secarse las lágrimas. ¿Estaba llorando?

El público se levanta de sus asientos emocionados y comienzan a aplaudir eufóricamente. Algunos lanzan rosas al escenario y yo hago una reverencia.

Mis compañeros salen de detrás del escenario y se posicionan junto a mi para despedirse del público.

Y cuando vuelvo a mirar hacia mi padre, este está negando con la cabeza, con el móvil en la mano y cara de preocupación.

Vuelvo a hacer otra reverencia hacia mis compañeros, con una sonrisa en la cara a pesar de saber que algo no va bien.

El telón se cierra y mis compañeros me felicitan, les doy las gracias con mi mejor sonrisa pero mi vista está fijada en la zona de detrás del escenarios donde momentos antes se encontraba mi padre, y ahora ya no está.

Voy corriendo hasta allí pero no lo veo. Tampoco están ni Lily ni nadie a quien pueda preguntarle qué es lo que pasa.

Voy hacia los tocadores y cojo mi móvil que se encuentra dentro de mi bolsa, para después llamar a mi padre, pero la línea se encuentra ocupada.

Tengo miles de notificaciones en mis redes sociales, lo que asocio con que acabo de hacer una obra y la gente me habrá mencionado, pero cuando entro y veo el primer hashtag, mi corazón se detiene.

Tiroteo en el Official High School of Miami.

No quiero seguir leyendo. Dejo el móvil dentro de la bolsa y me cambio las zapatillas rápidamente para salir del teatro por las puertas traseras, aún vestida con el vestuario de la obra.

Voy hacia el parking, mi padre está fuera del coche, hablando por teléfono. El sol me golpea y automáticamente siento el calor.

-¿Como esperas que no se lo diga? -pregunta enfadado.- ¡Es mi hija!

Sus ojos me localizan y murmura algo antes de colgar. Automáticamente fuerza una sonrisa.

-Felicidades cariño, lo has hecho genial. -se que lo dice de verdad, pero no lo parece.

-Papá, ¿qué pasa? -pregunto con miedo. No sé si quiero saberlo, porque ahora mismo, me estoy temiendo lo peor. Pero tampoco puedo quedarme al margen, ignorando que me está ocultando algo e imaginándome que todo va bien.

-No pasa... -suspira.- No pasa nada Reese.

-Te he oído hablar por teléfono. Sé que hay algo que no puedes contarme, y es obvio que tiene que ver conmigo.

A parte de porque ha dicho que soy su hija, y la única hija que tiene mi padre, soy yo.

-No debes preocuparte. Todo estará bien, te lo prometo.- pero no parece muy seguro. Tiene los ojos aguados y no creo que sea por la emoción de mi obra, como antes. Es tristeza.

-¡Papá he visto que ha habido un tiroteo en el instituto! -exclamo perdiendo los nervios. Mi cabeza solo puede pensar en una única persona, en Eros. Ojalá este bien. Solo pido eso.

Mi padre se pellizca el puente de la nariz, no sabe qué decir.

Es Eros. Sé que es el. Siento esa sensación por dentro, de cuando te falta algo, ese vacío que está ahí antes de que te den la mala noticia, expectante y devorador.

Mala influencia®  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora