prólogo

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Jamás creí que a mis 19 años haría semejante locura pero luego de estar en ese infierno, no me importo venderle mi alma al diablo y seguirlo.

Bastián, es el nombre de la persona que no solo se encargo de destruir a mi familia sino que también me ayudó a salir del infierno. El mismo diablo extendió su mano y me cobijo en su cálido abrazo.

No me importo fingir ser su mascota porque sabía que para él, yó significaba más que eso, le daré compañía y amor si eso es lo que quiere, mientras no se aparte de mi y me proteja de los monstruos, le daré cuantos besos y abrazos quiera, lo escucharé a altas horas de la noche y obedecere sus reglas.

Muchos creerán que estoy loca pero como no podría estarlo, despues de todo él fue el único que me ayudó en aquel momento de desesperacion.

Mascota de la Mafia (reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora