Capítulo 68

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GIANLUCA~

- ¿Sabes? no me parece gracioso que te burles de cosas que no recuerdo. No sé supone que éramos desconocidos. - La mire mientras fingía estar molesto.
- Si, lo siento lo he olvidado. Es que necesitaba recordartelo.- Solo observaba como aguantaba la risa mientras a penas entendía lo que quería decir... Ya que el estallido que tenía encima. Ni siquiera la dejaba hablar con claridad, pero yo solo miraba embobado cada parte de su rostro y escuchando atentamente su risa... Vaya, eso era música para mis oídos.
Una risa suave, delicada, tierna y contagiosa. - ¿Gian?.- Su llamado me hizo volver a la realidad y el haberme dado cuenta que no soy consciente las veces que me pierdo por solo mirarla detalladamente.
-Lo siento, estaba intentando recordar tu graciosa anécdota. - Exclamé sarcástico.
- Seguro la recordaste pero sabes que fuiste algo idiota y no quieres admitirlo. - Sonrió.
- Tal vez, pero te hacia reír. - Yo también sonreí y me acerque un poco más hacia ella. Ambos estábamos sentados en el sillón disfrutando un delicioso helado de frutilla. La note algo nerviosa a mi repentino acercamiento, pero la verdad es que no tenía ganas de alejarme.
- No lo negaría jamás. Realmente sonreía siempre contigo. - Se que estaba tratando de ocultar lo nerviosa que estaba para no verse vulnerable... Pero sabía perfectamente que era todo lo contrario, ya que sus latidos iban tan rápido que podía escucharlos a una cierta distancia.
- ¿Te decía muy seguido lo hermosa que eras?. - Esta vez me volví acercar inclusive más cerca que hace un rato, cuando en broma me volví a presentar.
Sentía su aliento a frutilla y podía notar sus pequeños lunares en ciertas partes de su rostro.
Era la primera vez que tenía tantas ganas de besarla, pero... Tal vez estoy acelerando las cosas.
En un momento ella se aleja y sentí una frustración muy grande por que estaba muy a gusto así de cerca.
- Bueno, creo que ya debo irme. -
- Oye, ya se ha hecho tarde... Puedes quedarte.- Dude mucho en ofrecerle que se quede, no quiero tampoco incomodarla. Pero realmente se había hecho tarde y no quería que se fuera sola a estas horas.
- No, esta bien. En serio, tengo el auto. No te preocupes Gian. - Me Sonrió y dejo el pote de helado sobre la pequeña mesa que estaba frente a nosotros.
No dude ni un segundo y la agarre de la mano.
- Por favor... - No pensé ni medí ese "por favor" que he pedido. Me ha salido del alma y es que ... Había olvidado lo a gusto que era estar con una persona y aun me sigo diciendo grandísimo idiota por no haberme dado cuenta antes.
Ella miró nuestras manos y luego a mi. Vi una pequeña sonrisa en sus labios, hasta acto seguido asintió con la cabeza.
No niego que en mi estómago volaban millones de mariposas.
Con eso regrese a la secundaria explorando estos sentimientos que solo podría sentir un niño.
- Puedes dormir en mi habitación, yo dormiré aquí en el sofá. -
-Oh no, no te preocupes. Puedo dormir aquí.-
- ¿Estas loca mujer? ¿Me crees capaz de dejar que duermas en el sofá? ... Bueno evidentemente si, por decir semejante barbaridad. - La mire de forma burlona y ella volvió a reír.
-Está bien señor, lo que usted ordene. - Dios mío, en la forma en que lo ha dicho y en qué tono. No pude evitar pensar cosas que... No le hace bien a un hombre.
Estoy poniendo la mayor fuerza de voluntad posible para no imaginarme a (TN) de otra manera.
Mejor opte por llevarla a mi cuarto para que descansará.
- Ponte cómoda, si necesitas algo estaré abajo.-
- Gracias Gian, pero ya con esto has hecho suficiente. -
- Buenas noches. - Sonreí y antes de irme. (TN) me sujeto del brazo y me dio un delicado beso en la mejilla.
Era tan dulce...
(TN) tiene ese aspecto delicado que podría tener un cristal.
Y la belleza explendida de un diamante...
Como es posible no haberme dado cuenta antes y que mis ojos no vieran el  valor que tiene esta mujer.
Me sonrió antes de dirigirse a mi cama, yo le dedique mi última sonrisa y salí de mi cuarto queriendo estar en esa cama con ella y abrazarla como si fuera la última vez que estaría conmigo.
No lograba dormirme... Saber que (TN) esta allá arriba. Me pone mal, por el simple hecho de querer estar con ella y tenerla tan cerca... Pero que este tan lejos a la vez.
Cuando me escucho hablar de esta manera me desconozco... Pero simplemente no pienso en mis palabras, solo siento.
Luego de varias horas de conseguir el sueño, sentí un leve movimiento que alguien me causaba y abrí los ojos de a poco.
Vi a (TN) paraba frente al sillón, me senté de inmediato y la miré.
- ¿Estas bien? ¿Te paso algo?.-
- Si, estoy bien. Solo que... No puedo dormir. Tu habitación da miedo. - me reí por que no pude evitar pensar en una niña pequeña que me esperaba esta situación. ¿Pero de (TN)? Me derretía de amor por donde sea.
- Oye, no te rías. No hay edad para dejar de que te asusten las cosas. - se cruzo de brazos.
-Ven, hay espacio para las miedosas.- (TN) me miró y dudo en acostarse a mi lado. Íbamos a estar claramente pegados, no era un sillón pequeño, pero no era grande tampoco. Para entrar en perfectas condiciones ambos deberíamos estar de costado.
Le hice un lugar y alce la colcha para que entrará.
Aún seguía mirando hacia el espacio que había, hasta que decidió acostarse a mi lado.
Dude en si abrazarla o no, pero de todas maneras lo hice y creo que fue la mejor decisión que había tomado.
La cubrí con mis brazos, a tal punto de que sienta que conmigo esta a salvo.
Aunque en un momento creí que iba a sacarme el brazo e irse.
Pero no paso más de dos minutos que se durmió profundamente, intente observarla bien.
Tenía una pequeña sonrisa... Se que se sentía segura ahora y yo... Yo me sentía tan completo.
Alce uno de mis brazos y comencé a acariciarle el cabello.
Era suave y tenía un aroma a frutas tan agradable.
Como su piel, como su aliento... Esta mujer era impecable.
Se que supuestamente hoy nos volvimos a conocer... Y relativamente estar así con alguien que apenas conoces, es bastante raro. Pero a pesar de no recordar nada, cada vez que la siento y la tengo así de cerca.
Es como si ya supiera lo que es estar así con ella y no hay manera de que la sienta una desconocida.
Al contrario, creo que jamás sentí un placer tan grande como tener a (TN) aquí, a mi lado mientras la abrazo y menos ella...
Que ella si recuerda cada momento que estuvimos juntos ... Yo se que si ella jamás dejo de sentir cosas por mi.
En estos momentos, debió recordar momentos similares del pasado. Que quizás la hizo sentir bien o... Quizás no. Pero al verla dormida como un bebé.
Puedo deducir que esta en los brazos correctos y de los cuales no la piensan soltar.
Me desperté, por la luz que entraba por la ventana y creí que tenerla a (TN) entre mis brazos había sido un sueño.
Pero ella aún seguía dormida, abrazada a mi mientras apoyaba su cabeza en mi pecho.
Era tan hermosa cuando dormía, bueno... Siempre lo era.
Tenía que ir al baño, pero es que no quería despertarla ni mucho menos tener que separarla de mi.
Aunque no creo que aguante mucho, con una delicadeza absoluta intente acomodarlas y lograr que deje de estar apoyada en mi.
Con éxito, la deje acostada y aun seguía dormida pero esta vez abrazada a la almohada.
Fui al baño, me di una ducha rápida y no dude dos veces en hacerle el desayuno.
Cuando termine de hacer los huevos, su voz me hizo dar un pequeño susto.
- Creí que aún dormías. - Reí.
- El exquisito aroma a huevos y tocino me despertó. - Me di vuelta para observarla y vi como se sentó sin dejar de mirarme.
- Llegas en un buen momento por que ya están listos para ti.- Serví todo en el plato de ambos y me senté en la mesa. - Bon apettit preciosura. -
- ¿Sueles hacerles el desayuno a tus presas?. - Bromeo.
- Solo a las que tienen cara de hambre. - Reí y al ver su rostro de poco amigos. Reí aún más.
- Muy gracioso. - Me lanzó una mirada amenazante y optó por comenzar a comer. La imite, ambos disfrutamos de un delicioso y agradable desayuno.
Cuando terminamos, (TN) comenzó a levantar los platos y la detuve. - ¿Que haces?. -
- Em, no lo sé. Levanto los platos para ir a lavarlos. - Respondiendome con un tono sarcástico.
- No me digas, deja eso. Lo haré yo. -
- Gian, basta. - se safo de mi y logro ir a la cocina pero la detuve antes de que empiece a lavar los platos.
- No lavaras nada jovencita. -
- ¿O que?. - Me pregunto desafiante.
- Mm, quizás tenga que darle algunas cosquillas para que aprenda. -
- No, ni se te ocurra. Cosquillas no. - Me miro seria.
- Entonces largo de aquí. - Sonreí.
- Esto no se quedará así. - Arqueo una ceja y salió de la cocina.
Termina de ordenar y limpiar la cocina. Me dirigí al Living y estaba (TN) sentada, esperando a que saliera de allí.
- ¿Me extrañaste?. - Pregunté sentándome a su lado.
- Quizás.-
- Lo tomaré como un si. -
- Señor, lamento darle las malas noticias de que ya debo irme. -
- ¿Tan pronto?. - Admito que no quería que se vaya... Otra vez.
- Gian, ya estuve mucho. Debo ir a mi casa. -
- ¿Mañana quieres ir a cenar conmigo?. -
- Lo pensaré. - Sonrió
- De acuerdo, pasaré por ti luego. -
- Pero si no dije que si. -
- Es un si. -
- Eres increíble... - Rodeo los ojos.
- Así te enamoraste de mi. - Sinceramente me salio del alma y creo que estuvo mal. Por que hubo un silencio muy incómodo, supongo que no debería hacer ese tipo de comentarios si nos estamos "conociendo" aunque ya actuamos como si nos hubiésemos conocidos hace rato.
De todas formas, me di cuenta que no se sintió muy bien. - Lo siento, fue un chi.. -
- Descuida, no dices nada incierto. - Sonrió y me dio un beso en la mejilla, que fue tan dulce que solo quería agarrarla de nuevo pero besarla como nunca. Se levantó y se dirigió a la puerta, sin antes darse la vuelta y dedicarme esa sonrisa tan hermosa que ella sola tenía.
No recuerdo nada, pero todo el amor que una vez sentí... Volvió de golpe.

♡ Per te ci saró [Gianluca Ginoble & Tu] ♡ <TERMINADA>Where stories live. Discover now