CAPÍTULO 33

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AC/DC~ highway to hell.

CORREGIDO.


-Delia...

-Delia...

-Delia...

Alguien me mueve el hombro intentando despertarme. Me duele todo mi cuerpo. Estoy cansada y me encuentro bastante débil. No se que ha pasado ni donde estoy.

Abrí un poco los ojos y mi mirada se encuentra con los ojos de Daemon. Intento moverme pero un dolor me recorre todo el cuero y no puedo evitar soltar un pequeño grito.

-¿Te duele mucho? -pregunta murándome el muslo.

Yo bajo la mirada hasta allí, una venda envuelve parte de mi muslo. La venda no es una venta normal, es tela mezclada con hojas verdes.

-Mi padre me enseñó a curar heridas con los recursos de la naturaleza, nunca pensé que me serviría la verdad. -dice intentando distraerme para que no me fije mucho en el dolor- y tu sanarás más lento al no ser mujer lobo... por eso no entiendo que tengas poderes, es raro.

-Si, lo se. -digo mirando mi muslo, está tardará un tiempo en sanar.

-Tenemos que alejarnos lo máximo posible de aquí, los rogues pueden llamar a otros más, y si nos encuentran...

-¿Y dónde están los demás? ¿Y si les ha ocurrido algo? -pregunto preocupada.

-No lo sé. Pero Selene controla bien sus poderes y puede protegerlos, Niall es fuerte y Víctor es listo, estarán bien.

-Pero... -intento rechistar. 

Pero tiene razón, ahora mismo nosotros corremos más peligro que ellos, y yo soy un lastre estando tan malherida.

-No hay peros. Tenemos que irnos. No sabemos para dónde pueden haber ido y tenemos que buscar algo de comida. No tenemos provisiones.

Asiento sabiendo que tiene razón.

-¿Puedes andar?

-Lo intentaré.

Me levanto y la herida está bastante mejor y sin la estaca clavada no duele tanto. Me encuentro débil, llevo bastante sin comer, igual que Deamon. Pero no dejo que eso me afecte, tenemos que seguir, sea como sea, no podemos rendirnos. A pasar de todo lo que esté pasando y de la situación en la que nos encontremos.

Él se acerca y me deja posar parte de mi peso en él para que me resulta menos doloroso caminar.

Caminamos a paso lento, solo con lo que llevamos puesto, mi arco y algunas flechas que tengo las que Deamon ha podido recoger. Los demás chicos al huir se llevaron todas las provisiones. Ahora somos dos, Daemon y yo. Solos, sin comida y yo con una pierna malherida.

Después de varias horas caminando yo ya no puedo más, el dolor de mi muslo se ha intensificado y casi no puedo mantener los ojos abiertos. 

La venda tiene ya sangre, ha empezado a sangrar de nuevo, y creo que tendrá que coserme, sino no se cerrará, pero no estoy segura.

Deamon está algo cansado y me anima a seguir. A lo lejos vemos un pequeño pueblo, y yo no puedo evitar mostrar una pequeña sonrisa. Algo bueno, al fin.

-Ya queda menos. -me anima.

Pero acaba cargándome al estilo nupcial y camina aún más rápido. Yo dejo caer la cabeza en su hombro y me agarro fuerte a él.





Abro los ojos y veo que hemos llegado a la entrada del pueblo. Deamon aún me lleva en brazos, y la herida de mi pierna duele mucho, pero no comento nada.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora