shy ;; fonnie

eleven

Salieron de la casa de Chica sobre las 10 de la noche y Foxy se ofreció a acompañar a Bonnie a su casa. No quería que le pasara nada malo.

-Bueno, cuentame sobre tí. -Bonnie comenzó a caminar de espaldas para poder ver a Foxy bajo la luz de algunas farolas y la luna.

-¿C-cómo qué? -maldijo en voz baja. Ya empezaba otra vez a tartamudear. Se ponía nervioso siempre que estaban a sola.

Bonnie sonrió con ternura.

-No sé...

En realidad Bonnie moría por preguntarle ciertas cosas, por ejemplo, ¿Por qué siempre siempre estaba solo durante los descansos? ¿Qué anotaba en aquella libreta negra? ¿Por qué vestía siempre de negro? ¿Por qué era tan tímido? Pero temía que la conversación se tornara incómoda para él.

-¿Tienes hermanos? -preguntó.

-Dos, Mangle y Jack.

-¿Y se parecen a ti?

-Eso dicen. -se encogió de hombros.

-Deben ser muy guapos y apuestos, entonces. -asintió Bonnie.

Foxy no tardó en reaccionar y al instante se sonrojó hasta las orejas y agradeció que fuera de noche, así él no podría ver sus mejillas teñidas de rojo.

-¿P-piensas que soy... guapo? -preguntó mirando al suelo, incapaz de mirarlo a la cara.

-Bastante guapo. -dijo con sinceridad y a Foxy le empezó a faltar aire en los pulmones.

Levantó la cabeza cuando se tranquilizó y vió que Bonnie lo observaba detenidamente mientras seguía caminando hacía atrás. Volvió a sonrojarse.

-Es tan tierno cuando se sonroja. -susurró Bonnie, sorprendido de haberlo dicho en voz alta.

Foxy necesitaba urgentemente una bomba de aire porque de un momento sus pulmones iban a dejar de funcionar con normalidad.

Ambos se sonrojaron ante la declaración y mantuvieron un silencio cómodo durante unos minutos, hasta que Bonnie cayó de culo por haberse tropezado con un pequeño escalón que daba paso a la carretera.

Justo cuando una moto pasaba a toda velocidad muy cerca de la acera

-¡Bonnie!