treinta y cinco.

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  Dark as midnight sun
Smoke as black as charcoal
Fills into our fragile lungs
'Cause when our demons come
Dancing in the shadows
To a game that can't be won 
 

canción: empty gold, por halsey

🔥🔥🔥

ERA EL día del partido de lacrosse, y algo le decía a Lia que todo iría terriblemente mal. Estaba en las gradas, esperando a Scott y a Stiles, cuando Danny trotó hacia ella. A pesar de los nervios, Lia le sonrió. Le agradaba Danny. Sin embargo, no le agradó el tema de conversación. Sin saludarla, Danny preguntó directamente en cuanto llegó a ella:

—¿Hay algo mal con Jackson? —preguntó. Lia frunció el ceño.

—No, solo se va a quedar en casa por unos días...

—No. Va a jugar el partido —señaló. Jackson estaba en el campo, parado con la mirada perdida. Lia tragó saliva pesadamente.

—Diantres —susurró. Danny la miró, preocupado. Lia tomó aire e intentó tranquilizarlo—. No es nada. Estará bien.

—No respondió a ninguno de mis mensajes en toda la semana. Me está preocupando.

—No sé nada —mintió Lia—. Jackson me odia, ¿recuerdas? Si algo le pasa, no me lo diría.

Danny la miró como si hubiese dicho que el cielo era verde.

—Jackson no te odia, Lia. Jackson te adora. Es un maldito desgraciado, sí, pero esa es su manera de expresar amor —ahora fue Lia la que lo miró raro. Danny suspiró—. ¿Podrías hablar con él? Me sentiría más tranquilo si lo hicieras.

—Está bien —mintió Lia.

No estaba bien. La última vez que había tenido a Jackson tan cerca había sido hace unos días, cuando había amenazado a la madre de Scott siendo el kanima. No lo había visto en la casa después, evitándolo a toda costa y pasando la mayor parte del tiempo posible con Scott. No era tan difícil, Scott la necesitaba y agradecía su compañía. Después de todo, su madre seguía sin hablarle, completamente aterrada. A Lia le hubiera gustado ser de más ayuda, pero no tenía nada de experiencia respecto a madres preocupadas porque, bueno, porque no tenía madre. 

Lia se acercó a Jackson, ignorando la mirada alarmada de Scott al notar lo que estaba haciendo.

—Ey, Jackson —lo saludó quedamente. Jackson no la volteó a ver. Lia se aclaró la garganta, alzando la voz—. Jackson.

Nada. Era como si no estuviera realmente ahí. Lia se mordió el labio. Sus poderes no funcionaban contra el kanima, pero tal vez con un empujoncito funcionaran en Jackson.

—Jackson —susurró, poniendo su mano en su brazo, iluminando sus ojos de color azul.

En un segundo, Lia vio la vida de Jackson a través de los ojos de éste. Vio su infancia, sus navidades extravagantes en Aspen, a Lydia, a Danny, lacrosse, cuando sus padres le dijeron que era adoptado. Incluso se vio a sí misma en la mayor parte de los recuerdos. Al menos en los recuerdos felices. No había terminado de ver todo cuando Jackson se sobresaltó, y Lia inmediatamente alejó su mano de él.

—Lia —jadeó Jackson, mirando a su alrededor, como si no comprendiera dónde estaba ni cómo había llegado ahí. Su vista tardó en enfocarse, pero finalmente recayó en Lia. Frunció el ceño, y molesto, le preguntó—¿Qué crees que haces aquí?

—Es el partido de lacrosse —dijo Lia inocentemente—. Es un evento escolar muy importante.

—Sabes más de lo que deberías —gruñó, tomándola de la muñeca con fuerza—. Deberías estar en la casa, escondiéndote, a salvo.

Impossible /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora