Capítulo 15

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El transcurso del día fue algo deprimente. Todos nos dedicamos a hacer los últimos arreglos para el viaje, hicimos nuestras maletas y cargamos todo lo que faltaba en la Caravana. Alex se encargó de cargarla de combustible y agua. Halston logró convencer a Sam de venir con nosotros, aunque a ninguno nos quedaba claro como lo había hecho. También nos despedimos de quien pudimos. La peor parte sin duda, fue decirle adiós a Maddy.

Desde que la chica nos vio llegar todos juntos a la enfermería fuera del horario habitual, supo que algo andaba mal. Lo pude ver en sus ojos. Lo primero que hizo, fue preguntarnos si todo estaba bien. Así qué con gran pesar, Jafet, con quien tenía mejor relación, le contó todo de principio al fin. Nuestra amiga se dedicó a asentir mientras oía la historia, sin hacer comentario alguno. Ella era de las pocas personas allí que sabía de nuestra historia con Cranston por nuestra boca, y nunca nos juzgó como lo hacía otros que solo escuchaban rumores. Y cuando mi amigo terminó de narrar nuestra historia, todos nos sentimos confundidos cuando se limitó a decir:

- Oh, me parece bien. Me alegro por ustedes.

Pero al menos yo sabía que no le parecía bien, seguramente quería tomarnos por las orejas y clavarnos al suelo para evitar que dejáramos la Soledad y a ella, pero no, era lo suficientemente madura para respetar nuestra decisión. Rawvanna trató de animarla, pero la chica nos pidió que nos marcháramos para que pudiera descansar por sus tratamientos. Hacía mucho tiempo que no sentía un rechazo así. Antes de que pudiéramos intentar despedirnos, nos preguntó a qué hora partíamos para estar allí cuando nos fuéramos.

Mientras volvíamos a nuestro departamento, no podía quitarme de encima esa horrible sensación de que estábamos haciendo algo incorrecto, además, comenzaba a sentirme nostálgico con el lugar. Cuando llegamos a la Soledad estábamos devastados, muertos de hambre y sin esperanza. Ese lugar nos salvó, nos protegió, y ahora estábamos a punto de marcharnos. De volver al infierno del que habíamos huido, así como si nada, de un día para otro. Esa sería la última vez que visitaba esa enfermería, que caminaba por esos pasillos, que mi mano se deslizaba por esos barandales , la última vez que dormía en esa cama. ¿Y quién sabe? Quizás era la última vez que dormía en una cama, así que me propuse a disfrutarla al máximo, eso solo provocó que me costara dormir el resto de la noche.

Desperté tal como la alarma de mi teléfono lo mandó, eso, junto con escuchar música, era lo único para lo que me servía el móvil. Hice todo lo que haría en un día común, corrí para ganar el baño antes que el resto, me vestí y luego fui al comedor para tomar el desayuno. Jafet y Vanessa ya estaban allí. Tuvimos una conversación bastante banal que ya no recuerdo, y minutos más tarde ya estábamos en el estacionamiento subterráneo de la Soledad.

Todos estábamos allí. Alan, Eric y Ellen tomaba una Van blanca con Roque, Derek y Vic. Mientras el resto usaríamos nuestra "nave insignia". Diego estaba allí para despedirse de nosotros –aún en pijama-, también estaban Ed y Maddy. Y como si se tratara de una especie de partido o premiación, hicimos una fila ordenada para pasar con cada uno de ellos.

- Buena suerte, Logan –me abrazó Diego cuando llegué junto con él- Me gustaría ir con ustedes, enserio, pero mi padre... –lo señalo con la mirada.

- Estarás mejor aquí, en serio...gracias por todo, amigo.

- ¿Gracias yo? Yo soy quien debe agradecer, me salvaron la vida...

- Es lo que cualquiera hubiera hecho...

- No, no lo es. Cuídense mucho, ¿sí?

- Hasta pronto, amigo.

El chico y yo nos abrazamos de nuevo, luego la fila se movió y llegué con la primera persona de la Soledad que conocimos.

- Joven Logan –Jason me miró- Cuanto los vi por primera vez en el bosque...nunca creí que algún día estarían aquí...

- Ni yo, sinceramente...

- Tengan cuidado, ¿sí? Ya saben qué hacer. Tengan mucho cuidado con las lluvias ácidas, aquí se detuvieron, pero puede que allá estén peor.

- Lo haremos...Cuídate Jason, cuida de Ed...está muy tenso últimamente.

- Tenso es su segundo nombre...lo haré –nos dimos un fuerte apretón de manos seguido de un rápido abrazo.

Avancé de nuevo.

- Logan –Ed hizo una mueca- No confíen en nadie, estén siempre juntos.

- Trataré –mencioné sarcástico con la actitud que habían tenido todos últimamente.

- Esto no es un juego Logan, o resuelven sus problemas o los zombis serán el menor de ellos.

- Lo haré, lo prometo.

- Cuídense entre ustedes, y tengan mucho cuidado con Cranston. Ese hombre está loco.

- Si me cruzo con él, lo mataré.

- No hagan unas estupideces, actúen con sabiduría –me reprendió- Mantengan un perfil bajo, lo único peor que un loco es un loco con poder.

- Estaremos bien, estuvimos afuera antes...

- No será igual, antes todo apenas comenzaba. Todos luchaban entre ellos por sobrevivir, la gente hacía cosas desagradables e inmorales para seguir de pie. Ya hubo eliminatorias, Logan. Con cada día que pasa...la gente hace cosas peores para seguir adelante, y son estos los que viven. Al final, solo quedan los dementes. Tengan mucho cuidado...

- Lo tendremos –recapacité.

- Los extrañaremos, les deseo la mejor de las suertes.

Me ofreció la mano para un apretón, pero fui directo a abrazarlo y no se mostró menos incomodo que en la noche anterior.

- Gracias por todo.

- Gracias a ustedes...

- Suerte en las elecciones.

Y llegué con la última.

- Maddy.

- Logan.

- Cuídate mucho...

- ¿Hablas del cáncer? ¿O del apocalipsis?

- Ambos, ten mucho cuidado.

- Tú deberías tener mucho cuidado, tu eres que va a estar allá afuera... y yo no me iré a ninguna parte, no. Me quedaré aquí, en la Soledad, en soledad.

- Lo siento mucho Maddy, pero tenemos que irnos. Nuestra familia está allá afuera, esperando por nosotros. Y si nos quedamos...

- Sí, sí...Cranston y bla, bla... no puedo culparlos. Si mis padres estuvieran vivos y allá afuera, no dudaría en ir por ellos. No puedo culparlos por mucho que quiero.

- Maddy yo...

- ¿Nos volveremos a ver?

La pregunta penetró en mi pecho. ¿Volveríamos a verlos? Me gustaba pensar que sí, pero muy en el fondo sabía que era una probabilidad muy remota. En el Apocalipsis uno simplemente no regresa a todas partes como si se tratara de unas vacaciones. Aunque las distancias no habían aumentado, moverse de un lado a otro era como ir de la Comarca a Mordor, un viaje casi imposible que uno simplemente no hace.

- ¿Tu qué crees?

- Que no... -una lágrima le resbaló por la mejilla.

- Nos volveremos a ver –mentí- Te lo prometo

Le di un fuerte abrazo que debió durar mucho, pues Jafet ya se estaba poniendo ansioso esperando su turno. Me aparté para que él pudiera despedirse de Maddy, y pude escuchar que tenía una conversación similar. No pude evitar mirar, que mi amigo se descubría el cuello y se quitaba una cadena de plata que Janet le había regalado hacía mucho tiempo, y se la ponía a la chica. Me sorprendió mucho el acto, pues Jafet nunca se deshacía de ella, incluso si no la traía en el cuello, la cargaba en el bolsillo. Pero ahí estaba, regalando uno de los últimos recuerdos físicos de Janet

Comencé a sentirme muy triste, y estando al borde del llanto, subí a la Caravana para evitar que los demás me vieran si me resultaba inevitable hacerlo. Sin embargo, logré contenerme incluso cuando la Caravana arrancó a manos de Alex, avanzó por el estacionamiento y atravesó el umbral hacia el mundo exterior.

No perdí de la vista del cristal trasero, viendocomo la Soledad se desvanecía en la lejanía mientras el sol salía.    

Pandemia Parte IIWhere stories live. Discover now