Falling In Love / ¿Quien Eres Tú? 2 | Sebastián Villalobos

Capitulo 18

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Desde esa vez que Daniel me habia marcado para quedar, nunca lo hicimos realmente, ambos permaneciamos ocupados y nos impedia salir juntos, ecxeptuando el día de hoy.

Estabamos sentados en un parque común y corriente de boston, justo a mi lado tenia un hombre de barba que recíen estaba por salir hacía sentando frente de mi; mirando con íronia mi estomago como si le hiciera gracía que detro de ella se desarrollara un bebé. Dígamos que el ya sabía la mitad de la historía solo faltaba decirle que he estado cuidando al hijo mayor de Sebastían y que eso de alguna u otra manera me involucraban más en sus asuntos, pues basicamente me había convertido en una "madrastra" aclarando el echo de que no tenía una relacíon amorosa con su padre.

-¿Dices que toda tu vida se complico luego de ver nuevamente a sebas?

Asiento, mientras tomo un bocado más de la cremosa fresas que tenía en su batido.

-¿Por que eso debe ser algo preocupante?- hace una pausa, como si pensara que iba agregar luego. -Digo, lo de ustedes paso hace años y ambos hicieron su vida, seguro esto es pasajero.

Tiene razon, no debería pensar tanto en lo que es tal o estuvo mal con el, a fin de cuentas, no somos nada, nunca fuimos nada.

-Creo que es algo hormonal, he estado sencible.

-Pude a ver ido a tu casa, el doctor te mando reposo.

-no era necesario, necesitaba aire.

Si aceptaba que me visitara entonces vería a Dylan y eso sería un gran problema, porque se supone que no deberia meterme en los asuntos de este hombre, que al parecer no deja mi mente tranquila.

Dos días luego de mi conversación con Daniel, Sol quien había conseguido el puesto de recepcionista en una empresa me pidio el favor de buscar unos calcetines de niña que me había comprado, le facinaba la idea de que ambas compraramos cosas de bebés aunque en lo personal, no me emocionaba la idea tampoco se lo había comentado a patrick.

Así que sin muchos animos entre al edificío y comence a caminar hacía el ascensor, antes una señora salío diciendo barbaridades respecto al ser despistado, luego me adentré apenada sacó mi telefono y aparento estar llamando, era tarde para salír y el parecía no darse cuenta que estaba allí casi acurrucada al fondo, sin embargo el solía reír con esa risa escandalosa que podría escucharse a varías cuadras y sus ojos se achinaban y esas pequeñas arrugas que se hacían al final de sus ojos marcaban la diferencía de que los años le habían llegado.

Una sacudida me desperto de mi transe y luego las luces se apagarón, me asuste, entre empanico y a hiperventirlame, mis manos sudan. ¡Esto no podía pasarme en el peor momento! ¡Dios! Mi bolso, era lo unico que tenía en la mano para vomitar, así que allí lo hice aunque suene asqueroso.

Para completar, el ya sabía que yo estaba allí y extendio su batido aunque no quería comer nada, lo tomé para no ser descortes.

-¿Te encuentras bién?

-estoy perfecta, gracías.

-te ves palida.

-es solo los sintomas.

-¡Del embarazo claro!

Suelto un quejido y me cruzo de brazos.

-¿Eso fue ironico?

-¡No! Esta cool que lo estes- se tira en el suelo y lanza su telefono a un lado- digo es lo que hacen las mujeres ahora.

-¿tienes algun problema? Porque puedes decirme.

-¿Debería?

-¡cierto! No deberías.

-Para ser honesto, algo en mí me dice que aun te gusto.

Incomoda, toso bruscamente. ¿Que trama?

-¿te has vuelto loco, Sebastían?

-¡Vamos! Estas en todo lados a donde voy, incluso mi hijo vive contigo.

-vive conmigo porque eres un mal padre.

-tiene instinto el chico, sabe que puede llamarte "madre"

-A demas, no todo mi mundo eres tu.

-¿Pero lo fuí?

-Quieres incomodarme, hacías eso, empiezas hablarme de esa manera...

-¿De que manera?- su voz se ha tornado suave y ronca, lo cual hacía mis manos sudar.

-De esa manera, para luego burlarte ¡Deja de ser tan inmaduro! Ya no tengo diesiocho.

-¡Pero sigo gustandote!