SARANG # SEUNGBIN.

valiente y amado.

La voz de su (ex)amante estaba en su cabeza, la lata en su mano estaba agitada debido a los temblores de su mano. Todo quemaba y dolía, incluso el refugio que había hecho con Seungmin meses después de conocerse estaba destrozado debido a las lluvias que sucedían recientemente. Si el refugio no soportó las tormenta, ellos menos oportunidades tenían.

— Tengo sueños simples.

— A veces simple es mejor, Minnie. ¿Cuál es tu sueño?

— Quiero ser fotógrafo, casarme y tener dos preciosos hijos. Uno se llamará Jeongin y el otro Woojin, seguro que se llevarían súper bien.

— ¿Quieres casarte con un chico o una chica?
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La herida quema más
de lo que creí.
El dolor parece entrar más profundo de lo que pensé,
en las incontables noches que paso resistiendo, se siente como si estuviera en el infierno.
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— Me gustas, Kim Seungmin.

— ¿Por qué?

— Deja de cuestionarlo todo, bobo. ¿Estás feliz de ser correspondido o no? Seungmin, no puedo darte razones por las que te amo, sólo lo hago y ya. El amor no es razonable.

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Por favor quédate a mi lado, por favor quédate aquí.
No dejes ir a mi mano mientras la sostienes en la tuya,
si esto te aleja un paso de mí
todo lo que tengo que hacer es dar un paso hacia ti.
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— El moretón es nuevo. Pero el mío es mucho más lindo. —Detrás de Changbin, la voz de Seungmin resuena en sus oídos e inevitablemente el bajito sonrió. Volteó y ahí estaba el de lentes redondos, estiró su mano, extendiéndole una lata de Coca-Cola.— Gracias. —Murmuró el menor, poniéndose la lata en su hinchada mejilla para después sentarse junto a Seo.— Pensé que estarías aquí.

— ¿Por qué?

— Sólo pensé que estarías aquí. No hay lógica.

Changbin se quedó callado unos momentos y después sus dedos se enredaron en los cabellos ajenos. Seo poseía un moretón sobre su ojo y Seungmin una notoria marca de cachetada. Era tan difícil que funcionaran separados.

— Terminé contigo porque Minghao nos vio besándonos y amenazó con contárselo a mi papá. Al final Jongdae fue quien se lo contó, pero no importa; pronto yo mismo saldría del clóset.

Mil veces en un día
tu cara aparece en mis pensamientos,
las palabras imperdonables que me dijiste,
esos ojos, esa fría expresión.

Eres una persona muy linda.
Eres una persona muy linda.
Por favor no me hagas esto a mí, me conoces bien.
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— Te extrañé. —Agregó Changbin, sonriendo con lástima.

Seungmin apretó sus labios, su corazón tartamudeó y pronto sus dedos se encontraban tanteando el moretón ajeno antes de dejar un beso en la mejilla del mayor.

Seungmin podía ser un ansioso de primera.
Changbin podía ser un cobarde de primera.

Pero incluso si ambos eran defectuosos, se amaban y se necesitaban.

Yo te amo a ti, yo te amo a ti,
grito con mi último aliento, antes de este largo silencio.
Puede parecer débil e infantil, pero son mis verdaderos sentimientos.

— Hay que irnos lejos, Binnie hyung.

— Lo haremos. Oye, Minnie.

— ¿Sí?

— Te amo. No vuelvas a olvidarlo, o dejar que yo lo dude.

En vidas desordenadas, los finales felices aún eran posibilidades.

FIN.