Acto tercero. El despertar de Samantha Mier.

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A veces, descubrir ciertas cosas, desata maldiciones, y como la vida de Sam no era lo suficientemente caótica aún, el destino le deparaba cosas que cambiarían su manera de verlo todo. Con 17 años, ha tenido que pasar por tanto dolor, tanto sufrimiento, que algo muy delicado se rompió en ella... puede que en alguna parte de nosotros, muy en el fondo, las cosas se marchiten con cada golpe, pero, en el caso de Sam, cada golpe, cada maltrato, cada abuso, no la marchitaba, la transformaba en algo completamente distinto. Fría, calculadora, despiadada; arrebatarle lo único que hacía su estancia agradable, fue un error que va a costar a todos por igual, culpables o no.

Muerte, es el nombre del juego...

El InternadoWhere stories live. Discover now