Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)

Capitulo 26

Capitulo Editado

 Killian

Arlette sigue enojada conmigo por apostar el sexo del bebé, no me deja dormir con ella y la extraño mucho. Ahora estoy en el bar del club con los hermanos. Veo que una de los culos sucios se acerca a mí.

—Hola, bombón —dice coquetamente y me empieza a abrazar, pero yo no me niego. Joder, hace mucho que no estoy con una de ellas. Miro a Sarah, empieza a negar; me mira con una cara de decepción. Aparto mi mirada y me hago de oídos sordos.

—Vamos a otro lugar —susurra en mi oído la chica. Nos levantamos, nos dirigimos a la oficina y cierro con seguro la puerta una vez que entramos.

La mirada de decepción de Sarah llega a mi mente, pero no me importa, tengo necesidades. La chica baja mis pantalones y empieza a hacer lo que tiene que hacer. Escuchamos que alguien toca la puerta.

—Killian, ¿puedo pasar? —preguntan. Reconozco que es Arlette. Hago una seña a la chica para que no hable. Me mira confundida y asiente.

— ¿Qué pasó, Bella? —pregunto.

—Quiero hablar contigo de algo importante —me responde. Suspiro y abro la puerta; ella mira a la chica en ropa interior.

—Ya no importa, Killian, haz lo que estabas haciendo con ella —dice con voz entrecortada. Se va rápido y maldigo.

—Sal de aquí —le digo a la chica mirándola.

— ¿Qué? Pero...

Le interrumpo con un grito:

—Sal de aquí ahora.

Empieza a recoger su ropa y sale corriendo de la oficina. Tiro todo lo que encuentro.

Minutos después

Me voy a la habitación de Arlette. No está allí. Busco por todos lados y no la encuentro por ningún lugar. Miro a Sarah que se acerca a mí triste.

—Toma, Arlette, te dejó esta carta —dice cortante. Empiezo a abrirla y la leo. Tengo lágrimas en los ojos.

Killian:

Tengo un gran agujero en mi pecho por lo que acabo de ver y sentir. Estaba distante y enojada contigo porque siempre estabas en el trabajo y el club. A mí no me hacías caso; nunca preguntaste por el bebé o cómo yo me sentía y eso me partió el alma. Te dejo el camino libre.

Con amor:

Siempre tú Bella.

Destruyo la nota y miro a Sarah.

— ¿Dónde está? —le pregunto.

—No sé —contesta cabizbaja y se muerde los labios. Me acerco a ella.

— ¿Dónde mierda está? —insisto.

—En el aeropuerto. Volverá a su país, su vuelo es a las 12:00 —responde apenada. Miro el reloj y son las 10:45. Tengo tiempo para llegar al aeropuerto. Camino hacia la salida.

— ¿Adónde te vas? —pregunta Sarah. Me doy la vuelta.

—A traerle a mi chica —le respondo mientras salgo del club. Monto mi camioneta y arranco a toda velocidad.

Antes me voy a la casa de Richard, para que me entregue el chaleco de Arlette, comprar un anillo, chocolate y un perro como a ella le gusta.