Tócame. HOPEV.

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- Yeontan está durmiendo, hyung idiota -replica el otro chico. Hoseok frunce el ceño, tratando de recordar el nombre del hermano de Taehyung y recuerda que una vez le dijo que se llamaba Jihyun y que iba a dar el examen de admisión a la universidad a fin de año-. No te distraigas, vuelve rápido que quiero ver esa serie de terror.

- Sí, ya ve a lavar tus dientes. 

- ¡Hoy comeremos palomitas! -exclamó ruidosamente feliz, provocando que Taehyung gruñera.

- ¡No, te van hacer doler el estómago!, ¡Yah, te digo que no! -exclamó Taehyung, oyéndose molesto y más lejano, pasos entrando al departamento, pero su voz aún se escuchaba-, ¡Mamá, Jihyun quiere comer palomitas a estas horas!, ¡Le va a doler el estómago otra vez y no quiero que tape el baño!, ¡No! -silencio. Oyó pasos que volvían y la puerta cerrarse de un portazo-. Este mocoso idiota... -Hoseok retuvo el aliento y dándose la vuelta, bajo los dos peldaños que había subido, llegando al pasillo y viendo como Taehyung acomodaba el agarre de cuatro bolsas de basura. Tenía el cabello suelto y su pijama consistía en un pantalón gris y una camiseta verde desteñida. Cuando alzó la cabeza y sus ojos se encontraron, pudo escuchar en Taehyung un tono meloso que oprimió su corazón- ¿Hobi hy...? - pero luego se volvió doloroso al ver como su expresión cambiaba a una sombría y falsamente indiferente-. Profesor Jung.

- Hola -musito Hoseok, sin dejar de mirarle fijamente aunque le doliera ver la expresión fría que le estaba dando Taehyung en ese instante-. Supe que fuiste a buscarme.

- Sí -asintió, encogiéndose de hombros indiferente y caminando hacia él. Podía oír su corazón palpitar con cada paso y acercamiento, llegando frente a él y pasando por su lado, sin mirarle-. Pero olvídalo. Eres bueno olvidando cosas.

- Taehyung, espera -lo detuvo, agarrando su brazo sin fuerza y haciendo que Taehyung se diera la vuelta. No le miraba y no sabía cuál le hacía sentir peor, si el que lo mirase o no. Quería decir algo, pero no sabía por donde empezar y estúpidamente, dirigió su vista hacia las bolsas-. Te ayudo a llevar eso.

- No es necesario.

- Déjame hacerlo -insistió, tocando a propósito una de las manos de Taehyung. Le alegró el que no hiciera ademán de alejarse-. Por favor.

- Pues bien, tómalas -respondió disgustado, su ceño frunciéndose mientras dejaba las bolsas en el piso y caminaba devuelta hacia el departamento-. Buenas noches.

Hoseok gruñó de puro impulso, con voz demandante. No aguantaba que Taehyung lo tratara de esa manera, aunque sabía que se lo merecía.

- Te vienes conmigo, Taehyung.

El escultor se detuvo, dándose la vuelta y sosteniéndole la mirada por tres segundos que se sintieron lo suficientemente largos para que sus manos temblaran. Se cruzó de brazos, y volvió a encogerse de hombros como si eso quitara peso al ambiente tenso que los envolvía.

- Dijiste que llevarías la basura por mí. No veo necesario acompañarte, no te vas a perder.

- Quiero hablar contigo sobre lo de hoy -pidió con voz queda, ladeando la cabeza y mirándole casi con suplica- , ¿Tú no?

Se quedó callado. Tratando de no expresar nada de lo que sentía, pero era tan obvio para Hoseok que Taehyung estaba decepcionado y enojado a la vez. Por un momento creyó que el escultor se daría la vuelta y le dejaría plantado como una planta sin vida, sin embargo, pestañeó varias veces y apartando los ojos de él volvió a caminar pasando por su lado.

- Está bien, vamos.

Esta vez Hoseok no lo detuvo.

Lo siguió, viendo como su espalda se veía más grande de la que él recordaba, porque con sus actitudes no importaba como Taehyung lucia, siempre se veía más joven, y le hacía sentir mucho mayor. Pero en esos momentos, él se sentía como un niño otra vez, tratando de excusarse por haber roto algo importante. Y exactamente como un niño, tampoco sabe como arreglarlo.