"CAPITULO 50"

4.7K 596 139
                                    

Alexia

Abrí los ojos con lentitud. La luz del sol era intensa y fue un milagro no haberme quedado ciega. Mis manos acariciaron el suelo debajo de mí, Era pasto, verde, brillante y fresco.

—Ya no sé si sentirme halagada o preocupada por no estar descansando en paz en el paraíso eterno.

Me levanté rápidamente del suelo y corrí hacia Ariana en cuanto la vi. No pude evitar darle un fuerte abrazo. Eso pareció sorprenderla un poco pero al cabo de unos pocos segundos me devolvió el gesto.

—Tranquila flamitas —se apartó—, no hay que ponernos sentimentales ahora, mejor hay que averiguar dónde rayos estamos.

¿Acaso no lo reconocía? Me habían bastado apenas unos segundos para darme cuenta de que estábamos en el prado. Este maldito lugar que tantos problemas vio nacer. Pero faltaba algo. El palacio de los Vasilith, no estaba. Normalmente podía verlo desde aquí, al igual que las pequeñas aldeas, las cuales tampoco estaban, por cierto.

—El centro de todo Caudentry —dije mientras observaba el lugar—. La tranquilidad aquí es maravillosa. Se siente muy bien.

—¿Qué te parece si construyen mi templo en este lugar? —Ariana se acercó a mi— Tendría una vista hermosa.

—Creo que te apoyo en eso, Ariana —respondió una dulce voz detrás de nosotras.

Ambas nos quedamos muy quietas al escuchar esa voz, y estaba segura de que al igual que yo, Ariana rezaba para que no fuera otra Solara.

—No teman, princesas —siguió hablando—, hemos venido para darles las gracias y para ayudarlas con los problemas que aún tienen.

¿Hemos?

Tuvimos que darnos la vuelta para así poder enfrentar a quienes fueran estas personas, aunque una parte de mi ya lo sabía...

No estaba siendo dramática al decir que casi caímos de rodillas al ver a los guardianes elementales frente a nosotras. Tres de ellos, liderados por un cuarto miembro, una mujer, y al decir que era hermosa, me estaba quedando corta en cuanto a términos. Su piel era blanca, muy pálida pero con un brillo especial que la hacía parecer bastante suave. Sus ojos, eran de un azul tan cristalino, que me inundó una sensación de zambullirme en ellos y nadar por toda la eternidad. Y su largo cabello blanco, lograba complementar toda su belleza. Era imposible que fuera una guardiana, ella debía ser una diosa.

—Bueno —dijo Ariana—, su ayuda pudo sernos útil hace unos minutos, incluso hace unos cuantos meses.

Ninguno de los que estábamos ahí respondió nada, solo se limitaron a sonreír mientras la princesa se quejaba.

—Nos disculpamos por ello, Alteza —respondió uno de los hombres; vestía una hermosa túnica blanca—, quizá mis poderes y mi bendición te llegaron un poco tarde, pero yo no controlo la relación de mi magia con la luna.

Dios mio. Era Tenieri, el guardián del aire.

Ahora mismo, quería borrar las palabras de Ariana. Él nos había ayudado a eliminar los poderes de Solara casi por completo. Además, él tuvo que ser quien mandó a Ariana conmigo. Tenieri sabía la misión de su protegida.

—Pero antes de seguir, deja que nos presentemos formalmente —dijo el guardián.

—Soy Senbel —dijo el otro hombre de cabellos negros—, guardián de la tierra y protector de la familia Terrancer.

—Mi nombre es Varinia, princesas —dijo la mujer que venía con ellos—, guardiana del agua y protectora de la familia Hathaway.

Su cabello dorado brillaba con intensidad al igual que sus ojos... violetas. Idénticos a los de Cedric.

"El Elemento Perdido #4: Aire" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora