― Abre un poco más la boca ―pedí sobre sus labios ya hinchados, él obedeció no sin antes sonreír, su lengua encontró la mía, mientras apretábamos nuestros cuerpos y Tyler sentía mis manos en la brevedad de su cintura, en cuanto chocamos contra la pared, él se separó un poco, sin apartar sus ojos brillosos de los míos.

― Te quiero mucho ―dijo él, y le apreté aún más la cintura, chocando nuestras partes que ahora se encontraban más sensible que nunca.

― Déjame mostrarte cuanto te quiero a tí.

― Vamos a mi habitación ―mordió su labio inferior, dejándome embelesado. Tomó mi mano, casi pareciera que me estaba guiando a su habitación.

― Espera ―me detuve y él me miró preocupado―, sólo déjame verificar algo... ―troté hasta la puerta principal, la cerré con llave y fingí buscar algo girando la cabeza.

― ¿Que haces?

― Verifico que ningún Brendon aparezca para interrumpirnos.

Reímos al unísono, volvimos rápidamente a lo nuestro cuando me tomé la molestia de cargar a Tyler y subir las escaleras torpemente, dejé su hermoso cuerpo sobre su cama, tiré la corbata al suelo y mi camisa fue desprendida botón por botón, los ojos de mi novio recorrieron la piel descubierta y mi virilidad se volvió más dura.

Sonrió, incluso juré ver perversidad en esa mirada, y me encantaba, relamí mis labios, gateando hasta quedar encima de él, mis codos fueron apoyados en el colchón y mi boca volvió a tocar la suya, y su lengua volvió a deleitarme, sus manos bajaron hasta la hebilla de mi cinturón, seguida de una cariñosa y hambrienta caricia en mi bulto, gruñí ante tal acto.

― Dios, como voy a follarte, Tyler. ―murmuré luego de haber mordido su labio inferior.

― H-hazlo... ―dijo estirando levemente mi cabello, dándome lametones sensuales sobre mi labio inferior y superior.

Me levante un poco, comenzando por quitarle aquella camisa que le quedaba hermosa, pero que en ese momento estorbaba, apenas desprendí dos botones noté que se puso tenso, besé su mejilla para calmarlo bajando por su cuello, hasta que la camisa fue totalmente desprendida, besé su hombro mientras se la quitaba, rápidamente sus manos cubrieron su abdomen desnudo.

― ¿Por qué te cubres? ―pregunté sin detener los besos.

― Soy d-delgado, no tengo abdominales c-como tú, y tal vez no te guste así.

― ¿Que dices? a mi me gustas tengas pancita o tengas abdominales, eres hermoso, por favor, quiérete.

― Gracias... ―sonrió tímidamente, pero aún notaba algo de inseguridad.

― Eh, Tyler, me detendré ahora si no estas preparado.

― ¡No! ―dijo rápidamente sobresaltado que hasta me dio ternura― no, Josh, q-quiero hacerlo, confío en que me vas a cuidar.

― Joder, ni siquiera te esfuerzas en ser tierno, me estas matando... ―confesé apartando suavemente sus manos que cubrían su pancita.

― Yah, me pones rojo ―bromeó.

― ¿Solo rojo?

― Si.

― Mentiroso ―volví a posicionarme para besarlo, y seguía por sus pantalones, pero el sonido de mi celular hizo que me detuviera, pero reaccioné al instante y dejé que sonara, volví a lo mío al instante.

― Josh, contesta.

― No debe ser importante ―dije restándole importancia, desnudando a mi novio―. ¿Ves? ya no están llamando, no era importante.

Bajé sus pantalones hasta los tobillos, él se encargó de lo que faltaba y la prenda se perdió por ahí, empecé por bajar los míos con la ropa interior incluida, Tyler tragó saliva, evitando mirarme y yo estaba como: joder, mírame soy tu novio, mírame hasta el alma que me gusta.

En eso mi celular volvió a sonar, me bajé en pelotas de la cama, de mala gana agarré mi celular del bolsillo trasero, corté al ver que era Brendon y lancé el celular a la mierda.

― ¿Puedo? ―volviendo a lo anterior, le pregunté a Tyler jugando con el elástico de su ropa interior. Él asintió con algo de timidez, mi mano fue bajando hasta encontrarme con la punta rosada de su miembro, inicié por estimular con la palma de mi mano haciendo movimientos de arriba hacia abajo, su respiración comenzó a oírse pesada y noté que evitaba soltar gemidos, como me encantaba ver al mundo arder fui aumentando la velocidad, la palma de mi mano estaba lubricada, entonces fue ahí que bajé por lo largo de su miembro, masturbandolo y provocando sonidos bastantes estimulantes para mí.

― Ahh... ―gimió elevando la pelvis, buscando más, pero comencé a disminuir la velocidad.

― Shh ―le di un corto beso―, ¿te gusta?

― Si, si, pero hazlo más rápido ―apenas formuló aquella oración por la respiración acelerada que tenía.

― Tenemos toda la noche, iremos poco a poco ―relamí mis labios y separé un poco sus piernas.

• i hate you • [joshler] pt. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora