039.

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― ¡Pero si yo sólo estaba hablando de los bollitos! ―me gritó Brendon enojadísimo.

― Ya te pedí perdón ochocientas veces. ¿Te la tengo que chupar para que me perdones?

― Ew, no me toques, aberración humana ―volvió a la pantalla de la tv y agarró el joystick.

― Mira, dejé a Tyler solo para venir hasta aquí, probablemente aún esté algo volado... ¿Esto no te dice nada? Brendon, me importa nuestra amistad.

― Nuestra amistad está más muerta que tu vida sexual.

― ¡Rétractate!

Él no respondió en broma como solía hacerlo, solamente siguió jugando al Crash Bandicoot, ¿se acuerdan de ese juegazo? nunca logré llegar a la final, que fracaso.

― Ya te puedes ir.

― De aquí no me voy hasta que hablemos ―dije cruzándome de brazos y tomé asiento a su lado― ¿desde cuando nos convertimos en esta mierda? nuestras peleas sólo se basaban en quién de los dos se tiraba el eructo más fuerte.

― O el pedo ―agregó sin mirarme.

― ¿Recuerdas cuando ibas a mi casa y nos reíamos de los títulos de los programas porno en Directv?

― Sí... ―sonrió― pero no trates de convencerme con recuerdos. Ahora es diferente.

― Cuéntame que te pasa, ¿en que piensas ahora mismo?

― En que me quiero hacer una paja pero tú me estás tocando los huevos desde temprano.

― Está bien, no hablemos de eso ahora. Si quieres... ve a hacerte una paja, yo me quedaré jugando al Crash y luego haremos algo que te guste, lo que quieras.

― ¿Lo que quiera? ―preguntó lanzando el joystick a la mesa ratona, y colocando el dedo índice en la barbilla.

Es tan fácil convencer a Brendon.

Así que nos encontrábamos fumando la hierba que compró hace poco y no pudo probarla. La única pipa que tenía a mano era la que tenía forma de polla, esperaba que nadie se enterase de eso, era algo muy bizarro de ver, imagínense, ambos chupabamos un pene en la sala de estar de Brendon.

― Prueba esta, es más fuerte que las demás ―me lanzó un mechero y encendí la sustancia, inhalé con los labios en el interior del compartimento, di una bocanada tan fuerte que el humo me salió por las fozas nasales y comencé a toser.

― Pero que hijo de puta, me encanta.

― Sabía que te gustaría ―sonrió sacandome la pipa y el mechero para comenzar a fumar él.

Me sentía más relajado, cerré los ojos y me acomodé en el sofá. Ya ni recordaba para que había venido hasta su casa, Brendon tosió en cuanto terminó de inhalar, al parecer si era fuerte aquella sustancia, y era una de las mejores que habíamos probado.

― Mi madre no me habla ―reí― sólo porque me expulsaron, es una exagerada de mierda.

― Ah, eso. ¿No pensaste en volver?

― ¿A esa institución de mierda? ni aunque me pagaran, no quiero graduarme en un lugar tan mediocre. ¿Sabes? tampoco sé si quiero graduarme.

― Yo ni siquiera sé que voy a estudiar.

― ¿Formamos una banda? ―propuse exaltado, nunca se me había ocurrido una cosa así, podríamos tener oportunidad de crecer en el mundo de la música.

― Claro, y se llamará panic! at the disco ―sus hombros se movieron a medida que iba riendo― ¿una banda? ¿de verdad?

― Si, ¿por qué no?

• i hate you • [joshler] pt. 1Where stories live. Discover now