dieciséis: tercer paso.

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Contemplar aquella sonrisa lo volvía loco; fue lo que expresó el afortunado esposo dirigiéndose a su silueta femenina favorita con un característico brillo enamorado

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Contemplar aquella sonrisa lo volvía loco; fue lo que expresó el afortunado esposo dirigiéndose a su silueta femenina favorita con un característico brillo enamorado. Los adjetivos aludiéndola de pies a cabeza no se hicieron esperar tras el discurso. 

Ella es perfecta para él; alentaban muchos de los invitados.

—Pues bueno, no me queda nada más que agradecerle por todo el tiempo que hemos compartido y que a partir de hoy compartiremos —habló engrandecido, alzando una copa y, como acotación, con el dedo meñique levantado—. Te amo... —Su voz resonó a través del altavoz—. Te has convertido en mi esposa, y prometo entregarte todo de mí.

"Oh, sí. Tu dinero en bandeja, claro". Pensó, sintiéndose abrumado por las bobas palabras de amor.

—¡Tights, brindo por ti! ¡Por hacerme el hombre más feliz del mundo!

En seguida, la mujer se abalanzó al escenario, golpeteando los tacones con el sonido del metal de acompañante. Le besó, y entrelazó sus copas; él bebiendo de la suya, y ella repitiendo la acción.

Al acercarse sus familiares al escenario, se encendió la música. El volumen alto, los murmullos por detrás e, inesperadamente, un teléfono vibrando en el bolsillo del hombre que minutos antes le regalaba la vida a su ahora esposa.

Se apartó, entrando en la cuenta regresiva de una llamada. Cubriendo uno de sus oídos, sin opción, respondió. Caminó de frente, alejándose tan rápido que su esposa apartaba a las personas para poder seguirlo y cuestionar su comportamiento.

Sostuvo su teléfono un par de segundos. Ella le tomó por los hombros, haciendo la típica y esperada pregunta: —Cariño, ¿todo en orden? ¿Sucede algo?

—Yo... No sé cómo pasó, pero hay una denuncia en mi contra y en contra de mi hermano... 

—¿Qué pasa? Mocoso, ¿tú hiciste algo? —preguntó apretando el auricular. Dirigió su vista hacia el edificio detrás de él; por la ventana y con los binoculares al aire, apareció saludando.

—Claro que fui yo, ¿desconfiando de mí otra vez?

—Admito que por poco y lo hago.

—Te vi disgustado, y te oí decir lo del dinero. ¿No era ésa la señal?

—Lo era. Gracias.

Ella continuaba con las preguntas; él, con la respiración agitada.

—¡Te dije que no hablaras de esto con nadie!

—Te-Te juro que no lo hice. Jamás lo haría. 

Prosiguió a caminar, con una bandeja y un curioso platillo en mano.

—Disculpe... Señora Briefs... —La mencionada giró a verle.

—¡Querido! ¡Me alegro de verte! —exclamó—. Raditz está por allá por si quieres ir a brindar con él...

—No se preocupe por eso. Me encargué hace rato de mandarle mis más gratas felicitaciones. Lo que sucede es que —aumentó la cercanía hasta llegar al oído de la mujer— ahora tiene una llamada importante.

Le tendió la bandeja, dejando al descubierto dicho objeto. Antes de que preguntara la razón, añadió: —Entrégueselo a Raditz. Verá, me mandaron esto porque uno de mis cercanos parientes quiere regocijarlo con su bendición. —Ella estaba a punto de preguntar por el "quién"—. No hay problema en que usted conteste, pero necesito que lo sepa el novio.

Se despidió inclinándose.

Volvió a alzar la cabeza hacia la estructura; el hombre allí saltó de alegría. Era perfecto.

Fue así como junto al volumen de la música y un vals empezando a reproducirse, todo encajó en menos de lo esperado. El típico ruido emitido por las patrullas policiales, una copa cayendo, y un cuerpo temblando, dieron paso a la colisión del problema.

Con los policías detrás de ella, tomando de sus brazos y aprisionando sus manos en cadenas de las que ya no podía escapar, trataba con todas sus fuerzas de encontrar una escapatoria. Aquello no podía ser real.

El hombre, una vez que la alejaron, cayó de rodillas al suelo. El rompecabezas caía, y sus sospechas no hacían más que atraparlo.

El móvil en el pasto, destrozado. Y una mentira con el mismo resultado.

"Raditz, hermano. Es tarde. No lo hagas, por favor. Escucha, es mentira. Fue su culpa, culpa de las dos. Perdona. Yo tampoco soy capaz de entender, pero pronto lo descubriré".

✨- ¿Quién es el Novio? |KakaVege|Where stories live. Discover now