Día cinco (¿pasó?)

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... Y pensar que cuando era niña era más feliz, es lógico. Pensé siempre en serlo. Pero pasó la vida y ésta me arrastró con ella. Miro las calles donde crecí, donde compartí toda mi felicidad con los demás y mejor aún... Esforzándome todos los días en portarme bien y hacer mis tareas para poder seguir siendo mucho más feliz día a día.

Ahora mi sonrisa no es la misma desde hace muchos años atrás, si... Desde el momento en el que comencé a comprender la vida, si, la vida y lo injusta que era esta. En el momento en que miré las calles donde jugué y crecí y solo recordé, pero no lo viví. 

En el momento en el que le sonreí forzado a mi vecino y amigos, cuando las sonrisas no eran las mismas. Cuando ya mis lágrimas no eran por caerme y rapar mis rodillas. Lo supe justo cuando ir al colegio se volvió aburrido. Cuando los detalles de mi casa se achicaban. Cuando me pareció mejor una charla telefónica que hablar con mis amigos de la infancia en el poste de la esquina. Cuando me vi obligada a aceptar la realidad, ver partir a alguien, despedirte para siempre. 

Cuando supe que era llorar a escondidas, enamorarse. Cuando cambié mis navidades llenas de cohetes por fiestas y alcohol. Cuando por fin pude tomar mis propias decisiones, cuando hice nuevos amigos. Justo en el momento cuando me olvidé de todo en medio de drogas y cigarrillos. Cuando vi a todos partir en busca de un futuro mejor.

Justo en el momento en el que enfrenté a mis padre con toda mi rebeldía, cuando manche mi piel con tatuajes, cortadas de hojillas y perforaciones. Comprendí la vida, ¡si! la comprendí, en el momento que besé por primera vez, la primera vez que me fallaron, la segunda, la tercera y hasta una cuarta. Cuando esperaba llorar por horas para poder dormir. Cuando los besos de mamá no eran sino prejuicios, justo ahí cuando intenté quitarme la vida y fallé. Cuando ya la figura de mi padre se había vuelto esencial.

Comencé a comprender la vida cuando ya no pensaba más en mi, cuando era feliz y no lo valoré, cuando obtuve logros y nadie los reconoció, cuando ya habían dejado de dolerme tantas cosas. .. la comprendí, cuando cambié mi paz con trabajo y escritura, cuando ya vestía distinto, cuando ya todo estaba perdido.

Así de fácil analicé la vida. Que dificil es entender la vida de otros cuando siquiera vivimos el hoy de la nuestra y peor aún arrastrando cadenas. De niños nuestro único sueño es crecer, que equivocados estábamos. 

Hoy vivo el ahora, en busca de la felicidad.

60 días menos 1.Where stories live. Discover now