Preludio

34 6 0
                                    

Cuando era pequeño mi madre siempre me contaba historias sobre las almas gemelas y el amor, el como estas se conocían, se adoraban, se querían y se amaban, yo soñaba con conocer a mi alma gemela independientemente de lo que fuera, era un cachorro que sin saber mi estado anhelaba el poder proteger a mi pareja y tener muchos cachorros, cuando me presente como alfa mi madre se alegro al igual que mi padre, los dos tuvieron un alfa macho en su familia, un tigre peculiar debido a mi blanco pelaje, aun tenia mis pensamientos sobre mi pareja, juraba protegerla y amarla, darle todo lo que deseaba.

Cuando entre a la universidad fue algo diferente, yo era diferente, era un alfa más... libre, a pesar de mis cortos 16 años ya había empezado a salir con varias omegas, las cuales siempre terminaban decepcionándome, me gustaban si, pero no eran mi alma gemela, no eran mi tipo ideal y de omega en omega (Y algunos extraños casos) me fui ganando la reputación de rompecorazones en solo un semestre ya tenia la fama de relaciones "Touch and go". Por la madre selva, ni que me hubiera acostado con la mitad de la universidad.

- ¡Alaric!

Un fuerte grito llamo mi atención deteniendo mi caminar, colgué mi mochila en un solo hombro y miré hacia la derecha donde justo corrían un alfa shifter de lobo y un alfa shifter de oso pardo, mejor conocidos como Dante y Kenai, mis amigos.

- ¿Ocurre algo?

Pregunte pasando mi lengua por mi labio inferior, Dante simplemente se dedico a palmear mi hombro derecho y a sonreír ampliamente mientras que Ken tiene esa típica sonrisa socarrona que tanto lo caracterizaba, a los dos alfas los había conocido justo en mi primer semestre de carrera, cuando me canse de estar de flojo en mi hogar y decidí entrar a los deportes de la universidad, ya hace 4 semestres de eso.

- ¡Para nada! Al contrario, minino, te buscan.

Contesto Ken señalando una dirección a mis espaldas, yo gire para visualizar a la actual presidenta estudiantil, ella me sonrió de una manera falsa y se acerco junto con la tesorera.

- Alaric Volkóv, ¿Cómo siempre consigues meterte en mi camino? Estoy pensando seriamente en que estas obsesionado conmigo.

La bonita omega rubia se cruzo de brazos a lo que yo soltaba una carcajada, su dulce olor a kiwis llego a mi nariz provocando que mi alfa se asqueara un poco, sí, claro que si me arrepiento de haber salido con una omega de tan empalagoso olor.

- ¿Yo? ¿Obsesionado contigo? Por Dios Catarina, yo no me rebajaría a estar con un simple lince... no son de mi tipo, y en todo caso tu eres la que está buscándome, ¿Paso algo?

Su pequeña boca se abrió con sorpresa y pude ver en un proceso lento como su rostro cambiaba a diferentes tonos de rojo y sus ojos miel se hacían un tanto más amarillo. oh! ¡Oh! Gatita molesta.

- ¡Tu! Gato arrogante... en fin, no vengo a discutir con un felino presumido, vengo a felicitarte.

Mi ceja se arqueo rápidamente con evidente confusión, mire a Dante quien tenía una gran sonrisa al igual que Ken, ellos al parecer si sabían que era lo que pasaba.

- ¿Por qué me felicitarías?

Pregunte con cierta duda en mi voz, ella simplemente abrió sus ojos en expresión de sorpresa y volteo con mis amigos con una mirada de "¿Por qué el no lo sabe?" cosa que los dos alfas simplemente movieron sus manos en puños, entusiasmados.

- Pues... como sabrás las votaciones para el nuevo presidente fueron hace una semana...-Comenzó a explicar la pequeña gatita mientras me miraba con claro enfado-En la cual solo había cuatro candidatos... era el shifter loro Lay, la shifter anaconda Anne, y los pandas Jin y Jill.

Asentí recordando como Jin y su omega Jill me traían como esclavo repartiendo panfletos a cada alumno que se me cruzara por encima.

- ¿Okay? ¿Y esto a mí qué?

Ella lamio su pequeño y grueso labio inferior y se cruzó de brazos.

- Pues, había una casilla a parte donde tu podías proponer a alguien, claro, alguien oficial, ¡Y tu maldito gato! No se que hiciste o como le hiciste, pero al parecer la mayoría de la facultad y la universidad anoto tu nombre.

Mi ceño se frunció al instante, mire a Dante quien alzaba sus dos pulgares junto con una sonrisa de "lo lograste campeón" y Ken solo sonreía totalmente satisfecho.

- ¿Cómo precisamente gane eso?

Pregunte mientras veía que Catarina soltaba un suspiro.

- No lo se tigre, pero has ganado ¿Asumirás el cargo o lo dejaras a la deriva?

Una sonrisa traviesa surco rápidamente mis labios, pase mi lengua lentamente por mi labio inferior mientras que mis zafiros se volvían en tonos más metálicos.

- Seria descortés de mi parte no aceptar el papel, ¿Cierto?

-          Seria descortés de mi parte no aceptar el papel, ¿Cierto?

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
Rosas y jazmines.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora