Chapter 6

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a camnz y esta historia fue beteada por Flame's Child.

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A la mañana siguiente, Hermione se levantó cansada. No había dormido bien. Ignoró el vestido rojo que estaba tirado en la esquina de su habitación, mientras se sentaba en la cama y miraba por la pequeña ventana que daba hacia la calle.

No estaba segura de cómo se sentía después de lo ocurrido la noche anterior. No estaba especialmente angustiada por haberse entregado a Malfoy. Después de todo, él había cumplido con su palabra y se había ocupado de todo esa mañana. Las ancianas tenían sus pociones curativas, había leña en la chimenea y comida en la alacena.

Tampoco estaba avergonzada de sus actos, no le importaba lo que pensaran de ella. El único punto de interés, era lo que Harry hubiera pensado. La agraviaba no haber podido luchar, el haberse dado por vencida, haber admitido la derrota. Su amigo jamás hubiera cedido, nunca lo hizo. El pensar en ello la destrozaba por completo. ¿La odiaría Harry por haber sido tan débil? Pero en retrospectiva, no era él quien estaba pasando hambre.

Hermione no sabía qué hubiera sido lo correcto, ¿debió haber luchado hasta el final, debió haber preferido morir de hambre y no haber cedido sin importar nada? Esperaba que Harry la perdonara por lo que había hecho. Haber muerto de hambre, podría haberles mostrado a estas personas lo hipócritas e insensibles que eran; por otra parte, a ella no le interesaba volverse una mártir en este momento.

Esos pensamientos la dejaron triste. A fin de cuentas, estaría condenada tanto si le obedeciera como si no, pero de esta manera ella viviría para luchar otro día. Aunque no estaba convencida de que hubiera algo por lo que luchar.

No supo nada de Malfoy hasta el día siguiente, cuando exigió su compañía a las nueve de la noche.

Consideró la idea de no asistir, pero eso sería regresar al lugar donde estaba. Mendigando en las calles por pan. Ellos en realidad no habían conversado sobre nada más allá de la primera noche. Hermione comenzaba a comprender que este intercambio sería por un tiempo prolongado. Malfoy le proporcionaría sustento y ella a cambio le proporcionaría... su compañía.

Un paquete llegó poco después. Era otro vestido, esta vez púrpura. No era feo, pero tampoco era de su estilo. No estaba segura sobre cómo se sentía al tener que volver a acostarse con él. Tampoco lograba comprender por qué Malfoy deseaba meter en su cama a alguien como ella. Durante sus años escolares, él siempre se esforzó por dejar bien en claro lo repugnante que ella era. Sin embargo, se las había ingeniado y maquinado para llevarla a su cama. Pagaba por el simple hecho de tenerla. Y por lo que pudo apreciar, Malfoy no pareció contenerse anoche.

También había sido considerado, no le había echado en cara su situación, ni se había burlado. Hermione no podía entender su actuar, pero decidió no pensar más en eso.

Le asustaba tener que volver a verlo, pero aún así no dudó en ir a su mansión a la hora acordada.

—Estás aquí —dijo él cuando llegó—. Acércate.

Ella se acercó al escritorio donde él estaba sentado. No estaba segura de lo que él quería. ¿Se suponía que debía besarlo? El pensamiento hizo que su estómago se revolviera. Ni aunque fuera un acto cordial lo haría. Lo odiaba, pero no podía negar que lo necesitaba. Malfoy la había convertido en un ser dependiente. A lo mejor, así era como se sentían las mujeres que se casaban con maridos ricos. Aunque esto no era una elección para ella, era una absoluta necesidad. No entendía por qué alguien soportaría esto por elección.

Absolutamente despreciableWhere stories live. Discover now