C9 - Cruce de Caminos

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El delicado cantar de las aves madrugadoras del Tramo del Vigilante la extrajo de la relativa comodidad de su lecho.

Le hubiera gustado acudir a los Saltos de Plata para refrescarse antes de la marcha. Incluso podía haber aprovechado la ocasión para disfrutar de la abrumadora naturaleza mágica que les rodeaba, así como poder honrar a los Vallasdahlen con alguna ofrenda ceremonial. Sin embargo, la jornada auguraba urgencias y cautela, además de un largo y tortuoso viaje.

Tumbas Esmeralda era un paraje apenas conocido para ella, dado que su clan vagaba principalmente por la geografía marqueña. Sin embargo, todo dalishano que apreciase su cultura conocía la historia que impregnaba cada roca, escollo, árbol y aguas de la región. Era una localización cuya seductora belleza rivalizaba con el riesgo que suponía adentrarse en ella. Su fauna era enormemente variopinta; se podía encontrar a un goloso y confiado nug pardo comiendo algún fruto caído, como divisar a un furibundo gigante aplastando con uno de sus enormes pies a un bronto tan sólo por haberle despertado de su siesta. Esa dualidad era lo que más destacaba de la zona, junto con la sumamente tangible herencia élfica que invadía cada exuberante rincón.

Aquella región no conocía el silencio. Los shemlen apenas se percataban de los numerosos sonidos de la fauna y flora, mientras que los de su raza percibían murmullos y cánticos constantes que les hacían confirmar que por aquel lugar transcurría una poderosa y antigua magia élfica. El Velo en esa zona era frágil, tanto, que a veces podía sentirse un cosquilleo especial al adentrarse por sus frondosos senderos.

Se permitió pensar en las historias de los Caballeros Esmeralda que su Custodia y el hahren del campamento solían contarles desde niños en esas largas hogueras de invierno, y tuvo la dulce sensación de encontrarse, durante un breve instante, junto a ellos de nuevo.

Les echaba dolorosamente de menos...

Le dolía confirmar que, nada de lo que hiciera ahora, les traería de vuelta. Sus deseos no importaban ya. Ni las historias, ni su pasado, ni su clan... ya nada quedaba de la Enallin que había sido. De su afabilidad, tan sólo permanecía el fantasma de una idea que quiere renacer, pero que una realidad turbia y lacerante se lo impide. De su juventud, sólo una edad que no augura mucha más vida que la que porta un cascarón vacío mecido por el viento. Mientras que de su apellido sólo resistía la memoria de un hogar reducido a cenizas y ella, en el centro de todo, se alzaba como un triste remanente de una familia que sólo sería alcanzable cuando, convertida en aire, deambulase junto a ellos por el I've'an.

Ahogó el quebranto mordiéndose la mano marcada, y se contrajo para evitar sollozar. Los recuerdos de sus hermanos y hermanas, revoloteaban cruelmente en su mente y corazón en forma de una amarga agonía de la que jamás podría desprenderse. Nunca se había sentido tan perdida y tan sola como ahora.

Volteó su rostro hacia el lecho contiguo en busca de esa humana expresión de amabilidad, pero no la encontró. Y aunque quiso disimular, lo cierto es que su ausencia le importaba.

El Comandante no había pasado la noche en la tienda y no fue del todo una sorpresa. Era probable que se hallase ultimando cada pequeño detalle; bien por distracción y como método de evasión para no tener que verla, o bien para no dejar nada al azar en su minucioso plan para salvar a todos los que pudiera. Conociéndole, Enallin sabía que ambas posibilidades podían darse simultáneamente y, pese a lo amargo de sus recuerdos y a la necesidad de consuelo, suspiró aliviada al saber que no tendría que afrontar su mirada rota tan pronto. La frágil tranquilidad de la soledad le otorgaba cierta paz interior, algo a lo que, últimamente, no estaba tan acostumbrada y menos aún cuando sus dolorosos recuerdos arremetían fuerte contra su voluntad. No obstante, sabía que tenía un asunto pendiente con él que no podría retrasar por mucho más tiempo, mas esperaba poder hacerlo cuando la situación fuese la idónea, y no cuando se hallase al borde del llanto.

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2018 ⏰

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