Mi Perdición

Capítulo 16 (parte 4)

—James, no sentís nada por mí. Él lo ha dicho, sólo estás asustado porque me estás perdiendo.— digo tristemente.

—¿Y tú no asustada de perdernos? —exclama con voz temblorosa.

¿Lo estoy? Estoy aterrorizada de decirles adiós para siempre. ¿Cómo podría vivir sin ver sus miradas cada mañana? ¿Cómo podría vivir sin sus besos? ¿Sin sus caricias?

—James..— pronuncio temblorosamente sintiendo como mi corazón se acelera frenéticamente cada vez que pronuncio su nombre.— Desde el primer momento que os conocí supe que os perdería. Era inevitable que nos estrellaremos.

—Aún estamos a tiempo de arreglarlo todo. Déjanos mostrarte como somos en realidad.— exclama mirándome desesperado, porque ambos sabemos que el final ya está cerca.

—Ni vosotros mismos lo sabéis.— susurro en bajo.

James asiente ligeramente con la cabeza con el rostro algo serio estando de acuerdo conmigo.

—Ayúdanos, Alba.— exclama pasando su mano entre mi pelo y acariciándolo al mismo tiempo.— Ayúdanos, por favor. Te lo suplico.— dice soltando un suspiro.

—No puedo. ¿Es que no lo ves? ¿No ves que me habéis destrozado por dentro? Ya no sé como recomponerme.—Cierro los ojos y dejo que las lágrimas salgan desconsoladamente de mis ojos.— Estoy cansada de llorar.— exclamo con un chillido ahogado.— No quiero sentir esto por vosotros. No quiero quereros.— termino soltando un suspiro desgarrador.

—Cielo...— pronuncia James y siento como por un momento las lágrimas se calman. Abro los ojos y veo como me mira preocupado.— tu corazón nos ha elegido.— Lleva su mano hacia mi corazón y noto como éste palpita aceleradamente. — Esto es lo que me sigue animando a luchar por ti.— sube su mano lentamente por mi cuello hasta llegar a mis labios.

Los acaricia lentamente y yo noto el calor inundando mis mejillas.

Un escalofrío me recorre la espalda y me quedo quieta. Por el rabillo del ojo veo a Christian apoyado en el marco de la puerta. En su rostro veo una mirada triste. Él no me quiere.

Un gemido lastimoso se escapa de mis labios y siento como James me acaricia suavemente la espalda. Christian pronuncia un breve adiós y cierra despacio la puerta hasta que nuestras miradas se pierden.

De pronto una melodía empieza a sonar en la habitación y ambos nos miramos confusos. Una voz masculina empieza a inundar la estancia y los pelos se me ponen de punta. No entiendo la letra en español, pero de alguna manera transmite en mi un extraño sentimiento.

James y yo nos miramos a los ojos en silencio. Se acerca lentamente a mi rostro y yo no me aparto, no puedo. Nuestros labios chocan y nos besamos sabiendo que esta es la última vez que estaremos juntos. Nos besamos suavemente, tomándonos nuestro tiempo. Sus labios bajan suavemente por mi cuello y yo cierro los ojos soltando un gemido en bajito. Sus manos agarran el borde de mi camiseta y esta desaparece rápidamente dejando a la vista mis pechos. Los estruja entre sus manos y me agarro a su cuello volviendo a besar sus carnosos labios. Ambos respiramos con dificultad no queriendo separar nuestros labios. Agarra con fuerza mis piernas a su cadera y nos levanta a ambos.

Se gira y veo momentáneamente mi rostro en el espejo. Christian se ha ido de nuevo. Christian no me quiere.

Siento como James me posa suavemente en la cama y le miro a los ojos. Él no es Christian. Se quita la camiseta lentamente bajo mi atenta mirada y yo no puedo evitar dirigir mi mirada hacia la puerta por donde el amor de mi vida se ha ido. ¿Se ha ido para no regresar?

James desliza mis pantalones fuera de mis piernas al mismo tiempo que las braguitas. Se alza sobre mí completamente desnudo y reprimo un gemido. Me besa suavemente al mismo tiempo que se introduce dentro de mi.