Capitulo 8

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Vi que era un gran grupo de ángeles guerreros ellos al verme se pusieron en posición de ataque y me rodearon.

- ¿que es lo que hace la princesa del inframundo en este lugar?- pregunto un ángel.

- tal vez esté buscando problemas como siempre- le respondió otro.

Persefone- para que se lo sepan no estoy buscando problemas, solo estoy buscando a su gobernante, ahora pueden decirme donde se encuentra por las buenas o por las malas-

- si crees que te daremos esa información debes estar muy mal de tu cabeza-

Persefone- entonces será por las malas- invoque a un perro del inframundo y me convertí completamente en demonio.

Los ángeles retrocedieron yo sonreí el perro comenzó a atacar a los angelitos y yo definida sus puntos débiles la verdad la pelea fue muy aburrida regrese al perro al inframundo para que descansara.

Salí de ese maldito orfanato pero recordé algo el maldito mocoso que logró verme, volví a entrar, camine por todos los pasillos hasta que lo encontré en una habitación donde había muchas literas el estaba a un lado de una y estaba resanado en el suelo, solo él y yo estábamos en la habitación.

Persefone- tendrás que rezar mucho para olvidar lo que viste mocoso- el niño dejo de rezar y se giro hacia mí yo le sonreí mostrándole mis colmillos el niño corrió al otro lado de la habitación -¿como diablos es que puedes verme?- olfatee y el tenia un olor muy mínimo a ángel pero se mezclaba con su olor a humano.

- ¡auxilio!-

Persefone- que curioso tienes un olor a ángel, podría ser... no imposible ningún ángel puede tener ningún tipo de relación con humanos- hable para mi.

- p... por favor señorita no me haga daño-

Persefone- por que habría de hacerte caso-
- por que, por que- el niño suspiro - se donde esta el ángel al que busca-

Persefone- bien te escucho- el niño se distanció un poco para sentirse seguro.

- son dos príncipes, los ángeles que asesinaste ahí arriba siempre hablaban de ellos, son mellizos y viven en Orlando-

Persefone- dime todo lo que sepas y solo borrare tu memoria- asintió sonriente de que lo dejaría vivir.

- no sé exactamente en que parte de Orlando vivan por que nunca hablaban del lugar exacto solo se que viven en un lugar como este pero ese orfanato está abandonado, la princesa de vez en cuando sale a pasear en las mañanas antes de que su hermano y los humanos despierten-

Persefone- ¿como son físicamente?-

- nadie lo sabe, todo el tiempo están disfrazados así que nadie mas que sus padres conocen su verdadero aspecto- asentí - eso es todo lo que se y lo que los ángeles sabían- volví a asentir, me acerqué lentamente a el para no asustarlo.

Persefone- ¿me haz dicho todo esto solo para salvarte o también por otra cosa?-

- por salvarme y por que mi madre era un ángel que me abandonó aquí cuando tenía dos años, me abandonó en este infierno-

Persefone- créeme pequeño este lugar ni de cerca es el infierno- le toque la cabeza borrándole la memoria desde el momento en el que me vio entrar por la puerta y después lo hice dormir - mi madre tiene razón ni todos los demonios son malos ni todos los ángeles son buenos- deje al pequeño en su cama y salí de ahí.

Hice que las llamas me envolvieran aparecí en las puertas del inframundo, Cerbero estaba echando al percatarse de mi presencia las tres cabezas ladraron tuve que cubrirme los oídos y apuesto lo que sea a que esos ladridos se escucharon en cada rincón obscuro del inframundo.

Descendientes (III)Where stories live. Discover now