El mundo no es suficiente (Agatha + Fyodor) Completada.Bungou Stray Dogs

5. El revientacráneos

Dedicado a marcev27. Mi sensei. Arigato.

-¿Le conoces? -la pregunta de Agatha mostrando su total sorpresa, pero sin poder evitar el miedo que le causaba el recién llegado, llenó de aliciente a Fyodor para variar su plan y que, así, Chuuya formase parte de él.

Con ese objetivo, Fyodor le respondió simplemente la verdad.

-Es Chuuya Nakahara, un yakuza de Yokohama.

Agatha lanzó una exclamación de asombro porque alguien de la otra parte del mundo acabase de irrumpir en su dormitorio disfrazado de camarero de habitaciones.

Con mucho más miedo en el cuerpo por el pelirrojo Agatha avanzó lentamente, con precaución, sin quitar su mirada en el peligroso intruso, hacia Fyodor.

-¿Un mafioso japonés? - quiso que el ruso le confirmase que había entendido bien. Al éste asentir, Chuuya chasqueó con fuerza la lengua con disgusto.

-No soy simplemente un mafioso, señora Christie, soy un ejecutivo de la organización más poderosa del submundo de Yokohama, la Port Mafia -le aclaró Chuuya con un inglés perfecto y un tono inesperadamente demasiado respetuoso para el delincuente que él era.

-¿Señora Christie? -repitió Agatha recelando de que Chuuya hubiese dicho mal su nombre por un error.

Agatha, la escritora de novelas de detectives, sospechaba que el misterio que había llevado a aquellos dos hombres hasta ella, era ella misma.

El joven atractivo vestido con el uniforme de inmaculada casaca blanca, guantes a juego, gorra azul y pantalones negros puso tal cara de asombro al verla a ella tan perdida, que alguien que no conociese a los dos tan bien como Fyodor, no podría nunca sospechar lo peligrosos que eran ambos.

-Es cierto entonces -murmuró Chuuya para sí valorando la hechos. - No recuerda quién es.

Agatha no perdió la oportunidad para saber.

-¿Y quién soy yo?

Dando un paso al frente miró a ambos hombres, sin miedo, con un control demasiado seguro para ser real.

Chuuya también avanzó hacia ella y, con mucha empatía hacia la situación de desvarío de ella, le preguntó:

-¿Quién cree usted que es?

Una jugada muy hábil por parte de Chuuya, tuvo que admitir Fyodor.

Agatha buscó soporte en Fyodor y él, disfrutando del momento, contestó en lugar de la trastocada Agatha con la información que le había pasado Gogol.

-Piensa, desde que desapareció, que se llama Teresa Neele, una viuda recién llegada de Suráfrica, que ha vuelto a Europa para dilapidar, en casinos y fiestas, la fortuna que le dejó su infiel marido. Y, como yo acabo de descubrir, mientras, escribe las novelas de misterio que él nunca le dejó publicar porque otras prioridades le reclamaban - y ahí hizo una pausa mientras se solazaba en como las pupilas de Agatha conectaban con alguna parte del cerebro que sabía que todo aquello no era real. -No voy errado con mi suposición, ¿verdad? -le dijo en un tono bastante soberbio Fyodor a Agatha, continuando luego a Chuuya: -Porque la señorita Neele, o con más corrección, señora viuda de Neele, solo podía ser allí una buena ama de casa - y con una risita recreándose de su control de la situación le dijo a ella: -Todo esto te asfixiaba.

La tensión del conflicto creado por Fyodor en Agatha, de verla pasarlo realmente mal al notar el tono despectivo y de burla con que él se refería a lo que ella creía su verdad, le hizo tomar la decisión de no degollarla sino de asfixiarla con sus manos.