Peter y yo

Capítulo VIII: Ya no estaba

Me gustaría decir que mi relación con Peter fue una utopía, pero les mentiría. Sinceramente, fue casi un fiasco. Si bien nosotros teníamos nuestros ratos él era un tanto... distante. Algunas veces cuando quedábamos en algún lugar llegaba tarde o faltaba, no entendía por qué. Incluso en plena fiesta de graduación salió por una "emergencia". Siempre decía que necesitaba fotos para el Bugle pero yo sabía que aquí había algo más.

A mi padre se le celebrarían sus 40 años como oficial de policía y se suponía que Peter estaría ahí, pero llego tarde. Me estresé demasiado, no era la primera vez y mi familia se quedó con una pésima imagen de Peter por ello. Cuando llegó simplemente no quería verlo, ¿para qué? Peter me lastimó mucho, tanto que me hizo llorar, terminé por correrlo del lugar. ¡Él me ocultaba algo y no quería decírmelo! Eso era lo más frustrante para mí. Corrí alejándome de él lo más que pude y me senté en una zona cerrada del parque, hasta que el llanto pasara. Cuando la tormenta pasó volví a la fiesta, no le dije a mi familia que había llorado ni nada, prefería ocultarlo por ahora.

Al terminar la fiesta decidí enviarle un mensaje a Peter, pedirle que habláramos, si no quería no lo culpaba. Tal vez había sido muy infantil la noche anterior... lo cierto es que no lo sé. Peter de alguna forma aceptó mi invitación, nos veríamos el siguiente día en la escuela, después del examen.

Y así fue, me encontré con Peter y... con alguien más. Cuando estábamos hablando de la nada llegó una chica muy linda. Tenía una extensa y ligeramente ondulada cabellera marrón claro, piel blanca muy similar a la de Peter y era bastante alta. Saludó a Peter como si lo conociera y quedé muy desconcertada (obviamente moría de celos). Antes de que pudiera molestar me aclararon que era su prima. Pero... Peter jamás me había dicho que tenía una prima, no me quedó más que confiar en ellos. Terminamos por pasar la tarde juntos en mi casa, a pesar de todo Jessica (su nombre era Jessica por cierto) resultó ser una chica muy agradable, muy parecida a Peter de hecho.

Pero aun así no me fiaba al 100. Como sea, ella estaba pasando un tiempo aquí en New York y se estaba quedando con Peter y May.

Y bueno, no pasó mucho tiempo después de ese día cuando llegó la tragedia. Era un día normal, como cualquiera. Estaba tranquila en mi casa, como cualquier día. Recién me levantaba y estaba almorzando sola, mi madre había salido a hacer algunas compras y mi padre estaba en el trabajo. Estaba jugueteando con el último bocado del plato y de pronto ¡boom!

¡Mi puerta fue arrancada y acto seguido entró Vulture!, Vulture era un criminal que se supone, Spider-Man había capturado hace algunas semanas. De inmediato intenté correr hasta la sala donde estaba el teléfono directo a papá pero el pájaro entró destrozando todo en mi casa y me tomó con una de sus patas. Al tomarme comenzó a elevarse por los cielos, ¡no pude hacer nada!, traté de golpearlo, traté de soltarme. Nada. El alboroto no me había permitido notar lo que llevaba en su otra pata, ¡era May!, ¡May, la tía de Peter! Mi rostro de miedo se volvió en confusión, algo no estaba bien.

-Gwen Stacy: ¿Qué diablos quieres de nosotras?

-Vulture: Jajajaja. ¿Ni siquiera ustedes saben quién es él en verdad?

-Gwen Stacy: ¿De qué hablas?, ¡qué le hiciste a la señora!

-Vulture: No te preocupes, ella está bien solo perdió el conocimiento. Las respuestas llegarán en su momento

¡De qué diablos hablaba! No me lo iba a decir, pero esperaba poder saberlo pronto.

Serían cerca de las 3 de la tarde. Llegamos a la cima de la que solía ser la torre Avengers. Estaba muy confundida, no entendía que pasaba. Nos ataron a unos tubos a mí y a May, ella aún no despertaba. En la cima había un enorme dispositivo, no sabía que es lo que hacía, pero era enorme y parecía estar instalado a la torre. Había un ordenador y un hombre trabajando en él. El buitre después de atarnos salió volando a toda velocidad.