Frustración Sexual (CANCELADA)

Capítulo 2.

Una semana después... la maldita escena sigue repitiéndose en mi mente una y otra vez sin poder evitarlo. El chico guapo de ojos verde (al cual decidí llamar Ernesto) tocándome por todas partes y su pene rompiendo mi vagina en dos. No puedo evitar mojarme al recordar todas esas escenas. De seguro fui un chico en mi otra vida porque ninguna de mis amigas piensa como yo respecto al sexo, tal vez ninguna chica pero Dios, el sexo es una de las mejores cosas que el señor nos pudo haber dado. Esos pequeños minutos de placer que te alejaban de todo, te relajaban.... eran completamente hermosos y únicos. Eran necesarios para poder tener una vida plena.

Pero mi dignidad, orgullo, y toda yo era primero. No iba a dejar mi orgullo solamente por acostarme con un chico que seguramente no volveré a ver en toda mi vida, un desconocido. Yo no conocía a Ernesto ¿Qué me aseguraba que lo volvería a ver? Aunque me encante el sexo no me gusta tenerlo con personas que no conozco y mucho menos que son mis amigos. Ernesto no es conocido mío, ni mucho menos un amigo, era solamente un chico que había entrado en una habitación que estaba usando para descansar un poco, semi desnudo junto con una chica que seguramente no conocía para follar de una forma brutal y... muy rico.

Yo no iba a dejar jamás, ni una sola vez en mi vida que un chico me follara y luego se largara como seguramente él sería. Mi dignidad es primero y mi orgullo. No era ni seré el juego de ningún idiota, aunque tenga que sacrificar el preciado sexo. Soy una mujer y ningún maldito hombre me va a denigrar.

-¿En qué piensas?- Pregunta Kimberly mientras lleva un rollo de sushi a sus labios y lo mastica lentamente.

Miro su plato y después a ella.

-Ernesto-Contesto sin rodeos y ella revira los ojos.

-Supera a "Ernesto" ni siquiera se llama así. Es un jodido chico que viste y ya, pasó. Probablemente no lo volverás a ver en toda tu vida.

Entonces una idea viene a mi mente. ¡Claro! ¿Por qué no lo había pensado antes? William sabe quién es, por Dios, estaba en su fiesta. Él debe saber quién es... ¿Qué pasará si lo vuelvo a ver? Es una pregunta que comienza atormentarme. ¿Dejaré que me folle? ¿Dejaré que me toque y me convenza?

-Kimberly, tú no lo viste. Era muy guapo-Digo mientras un escalofrío recorre mi cuerpo nuevamente-Quiero volver a verlo.

La verdad sí quiero pero ¿Para qué quiero volver a verlo? ¿Para ver como se folla a otras chicas y a mí no? Dios... a veces me pongo a pensar en si la dignidad y el orgullo lo valen... ¡Puta madre! Hace menos de dos minutos estaba diciendo que la dignidad y el orgullo era más importante que el sexo... mierda, esto se está poniendo difícil.

¿Por qué debe haber chicos tan guapos y sexi como él?

-Sí, sí, está buenísimo y toda la cosa pero supéralo. Has estado hablando y pensando en él toooda la semana. Me cansaste con "Ernesto ésto, Ernesto el otro, Ernesto, Ernesto". ¡Ni siquiera se llama así!

-¿Quién no se llama así?-preguntó Khloé sentándose alado mío.

-Ernesto-Responde Kim.

--¿Ernesto? ¿Quién es Ernesto?

Kimberly revira los ojos.

-¿El chico sexy? El chico que casi hace un trío con Chels.

-Ah sí, ¿Sigues con eso?-Me pregunta ahora a mí mirándome divertida-Chica, solamente fóllatelo y ya.

Las ganas no faltaban, querida Khlo.

-Ya sabes lo que pienso de eso.

Khloé abrió su pequeño plato desechable transparente y luego tomó un tenedor para atrapar un poco de su ensalada y luego llevársela a la boca y masticar lentamente mientras jadeaba.