Prólogo.

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Actualidad.

Tic, tac, tic, tac.

Las manecillas del reloj avanzaban con suma lentitud, el segundero avanzaba haciendo el sonido que siempre hacía al momento de moverse: Tic, tac provocando los nervios de varios adolescentes sentados en sus lugares mirando la pizarra verde completamente ansiosos por salir de clases e ir directo a sus casas, pero pareciera como si el tiempo jamás avanzara y estuviera atorado dejándolos atrapados entre esas cuatro paredes que los aprisionaban de su libertad que se hallaba atravesando esa puerta que estaba a un costado del salón.

La señorita Fields puso un mechón de su larga cabellera rubia detrás de su oreja mientras que se acomoda sus lentes de media luna sobre la nariz pecosa, examinando detalladamente a cada alumno, uno a uno para cerciorarse de que no faltara ninguno a la tan importante primera clase de sexualidad. Cuando estuvo segura, caminó hasta su escritorio y luego tomó un gis blanco para segundos después escribir en la enorme pizarra verde «SEXUALIDAD» y debajo una línea perfectamente recta.

Chelsey hizo una mueca frunciendo los labios mientras doblaba sus piernas, una sobre la otra. La señorita Fields era uno de los profesores más jóvenes en todo el campus, por lo que varios chicos fantaseaban con ella, era joven y muy atractiva tenía ese «cuerpo escultural hecho por los mismos dioses perfectamente elaborado y que cualquiera se comería a besos» que todos los chicos anhelaban. Bueno, había escuchado eso cuando se dirigía a la clase apenas hace unos minutos de uno de sus pervertidos compañeros de clase. Era mujer pero debía admitir que la señorita Fields era joven, hermosa y tenía un muy buen cuerpo 60, 90, 60 igual de perfecto como el de algunas modelos que Chelsey admiraba.

―El tema de este semestre será: Sexualidad―La suave voz de la profesora salió de sus finos labios llamando la atención de casi toda el aula, especialmente el de los chicos. Unos gritos se escucharon desde la parte trasera del salón llamando la atención de todos y haciendo que la profesora Fields hiciera una mueca-. Tranquilos chicos. Sé que están emocionados y que habían estado esperando este tema por mucho, mucho tiempo-Suspira mientras revira los ojos. Se podía ver claramente que ella no estaba de acuerdo con dar la clase de "sexualidad" a unos pubertos que solamente pensaban en sexo todo el día. Chelsey lo podía entender claramente, después de todo si ella fuera la señorita Fields tampoco estaría de acuerdo en dar aquella clase que era todos los días a la última hora. Se lamentaba por ella-. Espero poder llevarnos bien. Conozco a varios de ustedes pero a varios no. Soy una maestra buena, ¿de acuerdo? Pero bueno, eso podría cambiar si ustedes no ponen de su parte en la materia. No es para reprobarla, así que espero lo mejor de ustedes chicos.

Chelsey desde su asiento se preguntaba ¿Por qué debía de haber una clase de sexualidad? ¿Cuál era el propósito? ¿Incomodar a los adolescentes? ¿Informarlos? Estaban en pleno siglo veintiuno, por Dios, si alguna chica tonta salía embarazada era porque de verdad es idiota. Ahora todos saben sobre los condones, las píldoras, los parches y saben muchísimas cosas más... En estos tiempos están más que bien informados sobre el sexo y cómo prevenir embarazos no deseados.

A Chelsey siempre le había incomodado este tipo de temas, sexualidad, penes, vaginas, todo eso. No era una chica virgen, ni de cuerpo ni de mente desde luego, había visto y sentido más de una vez un pene en su corta vida. No negaría que le encantaba el sexo, le encantaba practicarlo pero no hablar de ese tema con sus padres o con su familia. En cambio, con sus mejores amigas ella era una maestra del sexo sabelotodo, ella había sido la que le había explicado cosas sencillas sobre sexualidad cuando apenas tenían 11 años; como ¿Qué es eyacular? ¿El orgasmo? El punto G de las mujeres y muchísimas cosas más que ni ella sabía de dónde lo había aprendido, de todas formas lo sabía y era lo importante, pero lo que es aún más importante era que sabía lo que es crucial en el tema: Es mejor prevenir que lamentar. Condón y no bebé, listo. Era sencillo de comprender para la mayoría de las personas. Y estaba agradecida de formar parte de esas personas.

Frustración Sexual (CANCELADA)Where stories live. Discover now