We Are The Fallen - [Creepypastas OC]

Capítulo 9

Aunque trataba de mantener su mente enfocada en la investigación habían momentos en los cuales se distraía pensando en aquel viejo caso de desaparición el cual le seguía atormentando, en sus ratos libres no podía evitar leer sus viejas notas y divagar en ese asunto, aun así, le preocupaba estar obsesionándose con todo ese callejón sin salida. Tras el suicidio de su compañero, quien estaba a la cabeza de la investigación y la búsqueda, el caso se había enfriado hasta quedar archivado y olvidado. Pero eso no había sido un obstáculo para que iniciara una pequeña búsqueda independiente, al fin y al cabo el padre de la supuesta victima estaba convencido de que su hijo seguía en algún lugar aguardando ser encontrado. 

Trabajar en una subdivisión del caso principal era aparentemente mas sencillo que ocuparse de todos los pormenores relacionados a los asesinatos, al fin y al cabo nadie podía robar una tumba y huir sin dejar al menos una pista. En un principio pensó que el ataúd estaría cubierto de huellas provenientes de quienes lo habían llevado o tocado en algún momento del velorio y el entierro, pero para su sorpresa al estar bajo tierra la mayoría de las huellas superficiales se habían perdido dejando únicamente en perfectas condiciones las de los responsables. Las huellas dejadas en los cuerpos y en el ataúd podrían ser el  inicio del fin, por ello cuando recibió un mensaje del laboratorio con noticias prometedoras no dudó en que ese seria un buen día.     

Al llegar al laboratorio saludó amablemente a la criminalista quien le devolvió el saludo notablemente animada. Si bien Seung había sido el encargado de llevar las evidencias al laboratorio por algún motivo que Brad aun no terminaba de entender por completo este había ido a atender otros asuntos con el técnico de laboratorio, fuese como fuese, recibir los informes no era algo que le molestara y por el contrario, le ilusionaba conocer mas al respecto. Kerry-Anne dejó lo que estaba haciendo para ir a buscar varios papeles que se encontraban agrupados en una carpeta junto a unos viejos archivos 

-Parece que tenemos muy buenas noticias con respecto a las huellas- Dijo mientras leía por encima los informes

-¿Hubo coincidencias en el sistema?- Se apresuró a interrogar él con bastante esperanza, seria de las pocas pistas solidas del caso, las huellas en ocasiones podían salvar investigaciones enteras, incluso hundirlas de ser necesario.

-Las bases de datos arrojaron varias coincidencias...- Ella le hizo una seña para que tomara asiento a su lado en el escritorio para enseñarle detalladamente los datos, Brad acudió sin perder un solo instante -No solo tiene antecedentes, también está en el registro de personas desaparecidas y en el de fugitivos-

-Estupendo, ya tenemos a nuestro sospechoso-

-No exactamente... No hay nombre, pero si un apellido, tampoco hay demasiada información y aun peor, solo hay una foto adjunta aun así se ve claramente-

-¿Como es posible que no tenga nombre un sujeto en la base de datos? Genial, y yo que pensaba que seria nuestro día de suerte-

-Eso mismo me he estado preguntando... Al parecer son archivos de un psiquiátrico que actualmente se encuentra clausurado, por lo que pude leer la información de los pacientes se perdió en un incendio o algo así-

-Bueno, al menos tenemos algo... Creo que tendré que investigar un poco acerca de nuestro suspecto-

-O suspecta, tampoco hay información de su genero o edad-

La sala de juntas estaba ubicada en el fondo del pasillo del piso en el cual se encontraba la mayoría de las oficinas, rara vez era usada para otro propósito diferente a reuniones de emergencia con los altos rangos para discutir trivialidades. Para Graham llamarla "sala de juntas" era un error pues se asemejaba mas a un pequeño auditorio que a una oficina ejecutiva. El detective Carter había pasado la noche recolectando los archivos, notas e imágenes del caso con minucioso cuidado de que ni el mas mínimo detalle quedase fuera. Si bien era la primera vez en la que todo el "equipo" se reuniría para discutir sobre el caso y conocer a profundidad los informes de cada uno eran pocas las cosas que él desconocía, después de todo, al estar a cargo tarde o temprano las novedades acababan en sus manos. Aunque la sala contaba con un moderno equipo de audio, computadora y vídeo beam insistió en llevar el pizarrón de su despacho para ahorrarse la molestia de reescribir las anotaciones en diapositivas. Por alguna razón mientras se encargaba de poner todo en su lugar su memoria le remontó a su infancia, precisamente a aquellos años en la escuela cuando debía preparar exposiciones para toda la clase con un ridículo cartel, en aquel entonces era demasiado tímido y apenas se le escuchaba la voz al hablar. La pequeña diferencia era que en esta ocasión no debía hablar sobre las plantas u otra tontería, el tema era mas serio, extenso y en cierto morboso grado completamente fascinante.