39. De todas las formas posibles

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No recuerdo mucho de lo que ocurre una vez que acaba el concierto, solo que las felicitaciones siguen sucediéndose sin parar.

Cuando el público ya ha salido, nos quedamos los organizadores, la familia de Amaia, la mía... Y nuestra familia de OT. La verdad es que todos tratamos mucho de disfrutar la compañía, porque no sabemos cuando se volverá a repetir.

-Bueno, que esto en realidad es un adelanto –comenta Manu, en un momento dado, que no soy capaz de ubicar en el tiempo-. ¡Hasta el Reencuentro!

Y todos nos reímos, pero sabemos que aún quedan unos cuantos años para eso, y puede cambiar tanto la vida... Así que aprovechamos para hacernos una foto los dieciséis, así como otra todos con Manu y Noemí. Y no me cabe duda de que esa será otra de las que enmarcaré...

Amaia apenas se ha separado de mi lado en todo el rato, y me derrito cuando veo con qué sencillez e ilusión enseña el anillo a todo el mundo. Sus padres y sus hermanos están emocionadísimos.

-Ahora entiendo tanta insistencia en venir todos, Mª Jesús –escucho que Javiera le dice a mi madre, entre abrazos.

Mi padre, por supuesto, no pierde detalle con la cámara, y también nos hacen algunas fotos. Una de ellas, en la que aparecemos desenfocados en un besito de esquimal y cogiéndonos las manos, con la de Amaia en primer plano, es la que elegimos para subirla a las redes sociales y anunciar nuestro compromiso. Eso significa que los siguientes días van a ser intensos en cuanto a este tema... Pero no sirve de nada ocultarlo. A fin de cuentas, estoy seguro de que alguien entre el público habrá grabado el momento.

También aprovecho para darle las gracias a Roi, pues sin él no habría podido completar el plan. Miriam se ríe con nosotros, porque, por lo que se ve, Roi había disimulado, pero un poco de aquella manera.

-Jo, tío. Es que me podía la tensión. ¿Tú sabes la responsabilidad que era? –comenta Roi, entre risas.

El cumpleaños feliz suena otra vez más, abren una botella de cava y brindamos, porque lo bueno siempre estaba por llegar. Y, ya casi al final, escucho a Miriam resumir los pensamientos de todos:

-Da igual los años que pasen. Siempre seguiremos siendo una familia. Supongo que es la magia de OT...

Y tras una sentencia como esa por parte de la leona, quizás por eso el abrazo que le doy al despedirnos es uno de los más sentidos de todos.

Pero la vida sigue, y pronto volvemos a nuestra rutina... Más o menos. Amaia por fin puede volver a dedicarse a su disco al cien por cien. Ponen fecha de lanzamiento para mayo y comienzo de la gira para junio. Pero ese es otro tema que mi cuquita había tenido que pelear con energía.

-Los conciertos serán espaciados o no serán –le había dejado claro a Lorenzo-. No pienso pasar más de dos días fuera de casa.

-Pero así tendremos una gira eterna, Amaia –le había contestado su representante.

-Pues eterna será. Me da igual –había continuado ella-. Ah, y el primer concierto será en Barcelona, así que la fecha de comienzo tiene que depender de esa disponibilidad.

Lorenzo había lanzado un suspiro que lo había escuchado yo a través del teléfono.

-¿Alguna cosa más?

-Sí, pásame el primer tanteo de fechas la semana que viene. Y después del concierto de Pamplona, que será el segundo, quiero dos semanas libres, por lo menos. Aunque la gira sea en verano, también son importantes las vacaciones.

Y ahí era donde me había deshecho en amor con mi Amaix. ¿Cómo podía ser tan maravillosa?

Para mí, las cosas también continúan sin cambios. Además de ayudar un poco a Amaia en el proceso de composición del disco cuando me pide opinión, también empiezo a ser más activo en redes sociales y me voy dejando mostrar más. A fin de cuentas, después del concierto poco queda que no haya hecho ya. También voy con Amaia una mañana a entregar el cheque de mi cumpleaños a OpenArms, y entre las entrevistas que nos realizan, por supuesto que sale el tema de nuestro compromiso.

El camino a casaWhere stories live. Discover now