El camino a casa

10. Prometido

Llega la noche, pero no sé si voy a poder dormir. El día ha sido demasiado intenso y aún siento el nudo en la garganta después de haber visto a Manu...

Ay, Manu.

¿Tú también te has emocionado?

Me muevo sin querer, a causa de la intensidad del recuerdo. Tantos años de charlas, discusiones y consejos. Tantos... Y mírame ahora.

Pero no podría haber tenido un mejor mentor, Manu.

Mis ojos se llenaron de lágrimas... Pero los suyos también. Y eso me removió en lo más profundo.

-Pero mira que eres duro de pelar –me dijo, acariciándome el lado de la cabeza donde no tengo la herida.

No se me escapó su voz ronca.

Debería haberte dado las gracias más a menudo. Y ahora... ¿Cuándo podré volver a hacerlo?

-Esa cabezonería tuya te va a llevar muy lejos...

Un movimiento espasmódico borra de mi mente el recuerdo de la tarde, las palabras de Manu. Mis músculos están cansados y se descontrolan con más facilidad. Mi mente vaga por el pasado. Es lo único que puedo hacer ahora...

Pero entonces siento las notas que vuelven a mí.

Qué te importa

Que te hubiera apartado

Para estar a mi lado...

La imagen de Amaia de esta tarde viene a mí. Suspiraría si pudiera. Me quejaría. Solo he podido estar con ella unos minutos en todo el día. Unos minutos que me han sabido a poco. Tan poco...

Y ya le habían propuesto ponerle voz a Lejos de ti. Por eso estaba Manu en el hospital esta tarde: le había llamado Mario para que ayudara a convencer a Amaia.

-Lo voy a escuchar esta noche –me había susurrado al oído, con voz tímida.

¿Tímida tú, Amaix?

Trato de mover la cabeza para dar con el reloj de la habitación. Son casi las diez de la noche.

Me encojo. Amaia se fue pronto. A estas horas ya habrá escuchado el single. ¿Qué le habrá parecido?

¿Qué me dices, Amaix? ¿Vas a hacerlo?

Querría saberlo ahora mismo. No sé si podré esperar. No sé si podré dormir. Solo quiero saber su respuesta.

Es importante, cucu. Esta canción es muy importante para mí.

Pero, en lo más profundo de mi alma, ya sé cuál es la respuesta de Amaia. Es solo... Que la quiero oír de sus labios. Quiero oír su voz, su risa. Ver sus ojos.

Soñé tantas noches con ella en Los Ángeles... Igual que hoy, igual que ahora. Su recuerdo estaba siempre conmigo.

Estabas tan lejos, Amaia...

Siento que el cansancio empieza a ganarme terreno. Y me revuelvo interiormente, tratando de contrarrestarlo. Yo siempre he sido un ser nocturno, pero esta losa inerte no me lo va a permitir más.

Y, con resignación, me dejo ir, mientras la imagen de Amaia ocupa mis pensamientos.

Cuántas noches te soñé, y cuántos días te canté en la verdadera City of Stars, Amaia. ¿Acaso te puedes hacer siquiera una idea?

Junto al sopor que me envuelve, la letra y la melodía de Lejos de ti se cuelan en las tinieblas...

¿La escuchas tú también? Te la canto a ti, Amaia. Siempre a ti.