CAP 3

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Disclaimer: Hola a todos, espero que disfruten el siguiente fic tanto como yo lo hice escribiéndolo; los personajes no me pertenecen, sino a sus respectivos autores, sólo los uso para fines recreativos.

Disclaimer kay: recuerden que ni a mi ni a la creadora de la historia nos pertenecen los personajes usados de la película Moana
Sino que sin de la compañía de Disney

Muchas gracias a todos los que me han dejado comentarios o se han tomado el tiempo de leer mi trabajo.

Saludos!

Capítulo 3: Medidas desesperadas

El sol se encontraba en su ocaso cuando Maui vislumbro a lo lejos la isla de Motunui, parecía más tarde de lo que en realidad era y las nubes anticipaban una noche poco tranquila en el firmamento.

Tal vez no había sido buena salir volando desde la isla de Te Fiti tan apresuradamente, tomando en cuenta que incluso volando, Motunui no estaba cerca. Pero Maui tenía demasiado en qué pensar y el estrés que le generaba estar sin hacer nada empeoraba su humor.

Ni siquiera sabía qué haría al llegar a la isla; sabía que Moana era la única que podría ayudarla, pero ¿cómo solicitaría su ayuda? Tal vez llegaría y encontraría a su amiga frente al mar viendo el atardecer y le preguntaría cómo habría estado durante su ausencia y él le diría "¡Bien princesita!, oye necesito tu ayuda, verás necesito un heredero para mis poderes de semidios ¿qué tal si me ayudas?"

Maui bajo el rostro y se sacudió la cabeza ante el primer boceto de su plan... mala idea. Tal vez sería necesario ser un poco más discreto... A esa hora quizá Moana estaría en su habitación preparando las cosas para ir a navegar al día siguiente, ya que la mejor pesca se logra por la mañana. Él entraría discretamente y tal vez platicarían un rato para ponerse al día después de algunas semanas de no verse; tal vez entonces podría hablarle de su problema y ella acercándose coquetamente lo ayudaría... ¡rayos! Eso no iba a pasar, lo más probable es que sacara a Maui a golpes con su remo si lo intentaba.

Puff...no, al parecer esto tenía que ser planificado minuciosamente. Ya estaba cerca de la isla; lo más prudente sería llegar a la isla y como siempre que Maui llegaba tarde de visita, organizarían un espléndido festín para el semidios, ya tarde le asignarían una bonita cabaña en donde descansar y al día siguiente podría pasear con Moana y Pua por la isla mientras el pueblo entero los espiaba. Sonaba bien y tal vez mientras esperaba su desayuno por la mañana podría pensar en algo.

En eso estaba cuando una ráfaga de aire logró hacerlo girar en el aire. Perdió el equilibrio y rápidamente se volvió a incorporar. El clima estaba empeorando, más valía apresurarse y llegar rápido a Motunui o tendría que transformarse en tiburón y llegar mojado a ver a los jefes de la isla.

Comenzó a bajar el vuelo cuando entre las altas olas logró ver una pequeña barcaza, le sonó familiar y decidió acercarse a ella. Era la nave de Moana, pero ¿qué estaba haciendo con un clima tan malo y a esas horas en el mar?

-¡Moana! ¡Cuánto tiempo! ¿Qué haces aquí con este clima?-

Moana estaba de espaldas y al escucharlo se volteó tan rápidamente que cayó de sentón en la barca-

-¡Ma!¡Maui! ¿¡cómo me encontraste!?-

-Bueno, venía de paso y logré verte ¿qué pasa?- Maui analizó por un momento a su querida amiga, de no conocerla diría que le tenía miedo, pero ella no le tendría miedo a él, él era Maui: semidios protector de los hombres y las mujeres. Tal vez sólo estaba un poco alterada por el clima.

-Oye, no creo que sea buena idea navegar con este clima, ¿qué tal se te llevo a casa? No falta mucho para que comience la tormenta-

-¡No!, digo, esta...bien- Moana desvió la mirada y Maui tuvo que moverse al otro lado de la barca para poder mirarla directamente a la cara.

EL HEREDERO Where stories live. Discover now