Si quieres ayuda, tendrás que pedirla. No puedes esperar a que alguien se de cuenta si lo único que haces es ocultarte.
Es una rutina, ha llegado a formar parte de mí, ya no es una enfermedad, soy yo, no hay otra escapatoria. Siempre me paro a pensar si alguna vez podré levantarme de la cama y poder hacerme tostadas con tomate y aceite, un bol de leche con cereales, alguna otra cosa que no sea café.
Café.
Mi salvación.
¿Alguien más pensará cómo yo? ¿Alguien más pensará lo mismo que yo por las mañanas? ¿Alguien más sentirá ese dolor y ese remordimiento que tengo dentro? Disfrutar las cosas se me está haciendo cada vez más complicado, no sé vivir sin esto, no sé. Mi mente está tan atrapada que relaciona cualquier cosa con mis dificultades, con lo que he hecho bien o lo que he hecho mal.
No encuentro apoyo, no encuentro un hombro, no encuentro unos brazos, ni siquiera unas palabras.
Quisiera encontrarme algo que me hiciera sentirme segura, quisiera sentirme yo misma, sin juzgar, sin miedo, sin esa voz en mi cabeza, sin inseguridad.
Puede que lo haya encontrado, sí, creo que sí.
Café.
KAMU SEDANG MEMBACA
Ramé | @anonymus
AcakRamé: Algo que es caótico pero hermoso al mismo tiempo. Justamente, hermoso no es como se siente el personaje de esta historia.