DEPREDADOR [Koomin]

En problemas

Caminamos en silencio hacia el edificio tres donde nos tocaba Trigonometría. Entré en clase y no vi a Jeon, cosa que hizo que mi expresión sonriente desapareciera, por desgracia Seol lo notó.
- Los hermanos Jeon nunca viene a clase cuando hace buen día - me dijo. - Sus padres siempre les llevan de Campín.
- Entiendo - dije intentando parecer indiferente.

El resto del día trascurrió lentamente, con desconsuelo. En educación física me torturaron, en Biología me mataron de aburrimiento y en matemáticas me dormí. Lo mejor de todo eso era que por fin se acababa.

Seol,  Minho y otra chica más me siguieron hasta casa en donde dejé mi coche y cogí algunas cosas que necesitaría.

- ¿Listo? - me preguntó Minho desde el coche.
- Sí, le dejé una nota a mis padres.

Min conducía mas deprisa que yo, por lo que estuvimos en la ciudad en eso de las cuatro. Hacía bastante tiempo que no había tenido una salida de amigos. Escuchamos canciones tanto de aquí como del extranjero mientras Seol y la otra chica, jess,  se probaban vestidos. Minho se encontraba indeciso entre dos trajes, por lo que me pidió opinión.
- Te quedan bien los dos - dije sin prestar mucha atención.
- Esto no es lo tuyo, ¿verdad? - preguntó riéndose. 
- No, yo solo vine porque no podía decirle que no a Seol - confesé.
- Esta bien - dijo sin complejos - Puedes ir a divisar la zona - me sugirió - quedamos a las 7 en el restaurante de enfrente.
- De acuerdo - tome con gusto su sugerencia.

Caminaba sin saber a donde iba porque luchaba contra el aburrimiento, avancé hacia el lado sur donde me encontré con la entrada de un bosque que parecía un parque natural. Decidí adentrarme en el. A medida que caminaba, me iba dando cuenta que quizá no era lo que creía que era. Quise volver mis pasos hacía atrás, pero de repente la niebla comenzó a adueñarse del ambiente y del cielo se pudo escuchar el nacimiento de un gran relámpago.

- No, no, no. Ahora no, por favor - rogué intentado encontrar el camino por donde vine - Park ¿por qué eres tan tonto? - me reproché. Solo a mí se me ocurriría vaguear en un bosque que ni conozco.

Pronto la lluvia y la niebla dominaron  por completo el ambiente, caminé sin rumbo cierto.

permanecí caminado mientras me adentraba sin darme cuenta en lo más profundo del bosque, pronto, sin saber cómo, llegue a un río de corriente fuerte que parecía bastante profundo. Decidí quedarme ahí ya que no había muchos árboles al rededor y se podía verme con facilidad.
- Seguro los peces estarán estresados con esta corriente tan fuerte - susurré mientras me sentaba tiritando de frío.

- Yo que tú, me alejaba - se escuchó una voz masculina detrás de mí. Por instinto, me levanté y examiné mi alrededor mientras daba pasos hacia atrás.
- ¡cuidado! -  su repentino gritó hizo que me cayera en las fuertes corrientes del río.

- ¡AYUDA! - grité como pude intentado permanecer a flote.
La corriente era peligrosa y dude si el chico saltaría a socorrerme. Lo último que puede ver antes de perder la conciencia fue una mano agarrándome...