Secretos

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Pasaron casi tres semanas desde que no volví a saber de Blas. Había hecho todo lo que se me había ocurrido para conseguir información o escapar del lugar. Siempre me agarraban y me volvían a castigar, pero ya ni eso me importaba. Lo extrañaba, lo extrañaba mas que a nada en el mundo. No entendía como alguien en tan poco tiempo podía hacerme sentir tantas cosas aun estando tan lejos de mi.
Andrés y Bruno me miraban preocupados, muchas veces sentía como se miraban entre si mientras yo no emitía una palabra. Me notaban raro. No querían tocar ningún tema ya que sabían que algo andaba mal. Veían como me castigaban y no entendían como no me preocupaba. Me mandaba las mil y una, y aun así seguía como si nada.
Había llegado el final de la semana tres y para ese momento ya me había cansado. Estaba harto de intentar e intentar. Pensé que por amor iba a aguantar todo lo que uno se imagine, pero la mente y el cuerpo me pedían que pare. Creí que había hecho todo lo posible por el y que necesitaba ponerle un freno...hasta esa madrugada en la que, por alguna razón, nos encerramos los tres en una charla profunda y decidí intentar una ultima vez.

*Flashback*
Me levante ese viernes temprano. Me habían mandando a aislamiento de nuevo por tener una fuerte pelea con uno de los alumnos. Para su mala suerte terminó en el hospital, y yo, castigado otra vez.
Me habían enviado al cuarto por tres días, ese era el último. Estaba tan acostumbrado que tenia hasta un reloj incorporado en la mente de todos los horarios y las actividades que realizaba solo.
La puerta sonó fuerte, sacándome de mis pensamientos.
- Guerrico, itinerario de siempre, desayuna realiza sus actividades y...-
- y podré volver a mi cuarto, ya entendí .- dije terminando la frase del conserje para luego agarrar la bandeja del desayuno y cerrar la puerta.
Comí, practique todas mis actividades y acomode la ropa en mi bolso para estar listo cuando me vengan a buscar.
Abrí la puerta para ver a la directora parada frente a mi.
- Ya sabe como volver.- dijo. Dió media vuelta y se fue. Estaban mas acostumbrados a esto que yo, tanto que ya ni me reprochaban.

Entre al cuarto mirando hacía abajo sin saludar a los chicos.
- ¡Eh! que no se te haga costumbre pendejo, te extrañamos mucho ya.- dijo Bruno dándome una palmada en el hombro. Yo solo sonreí. - ¿Todo bien?- volvió a hablar
- Todo bien.-
- Justo estábamos por ir a comer algo y después al patio, tenemos un rato libre, ¿venís?.- habló Andrés esta vez
- No gracias.- no estaba de humor para nada
- ¿Seguro?
- Muy
- Mira que te va a hacer bien despejarte un rato, te tuvieron como una rata ahí encerrado.-
- Si, metemos partidito dale, vamos.- agregó Bruno
- En serio, no quiero.-
- Pero...-
- Les dije que no, ¿se pueden dejar de joder?.- dije sin paciencia. Un silencio invadió en lugar. Me pare de la cama sin decir mas nada y camine hacia el baño.
- Ey no, para.- me frenó Bruno en seco, ocupando el paso.
- ¿Que queres men? No estoy de humor, en serio.-
- Hablar.-
Me gire sobre mis propios talones para poder mirar también a mi otro compañero. Los tres nos sentamos en el suelo. Suspiré.
-¿Nos vas a decir que mierda te pasa? Te viven castigando, haces siempre lo que queres....- habló Andy
- Por eso estamos acá, porque vivimos haciendo lo que se nos canta, ¿o no?- respondí
- Si pero...-ambos se miraron.- pero no.-
- ¿Pero no?-
- Osea, sabemos que algo te pasa.- agregó Bruno
- Lo que me pase es cosa mía.-
- Ya sabemos pelotudo, no te hagas el malo con nosotros.-
- Bueno entonces no pregunten.-
- ¿Pensas seguir así?-
Me quede callado unos segundos. Ambos me miraban fijo esperando una respuesta.
- ¿Que quieren saber?-
- Nose, vos sabrás que contarnos.- contestó Andrés alzando sus hombros.
Volví a quedarme callado pensando la manera de decirlo. Lo dude por unos segundos hasta que me decidí sin vueltas y solo lo escupí.
- Me besé con Blas.-

*Fin del Flashback*

"El internado". -Blasnior- <EN PAUSA>Where stories live. Discover now