Winchester

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El viaje duro unas dos horas. Sabían que me querían lejos pero no tanto. Admito que era un chico caprichoso y que siempre lograba lo que quería, pero bueno... era así y nada mas. Nunca lograrían cambiarme.
Llegamos a un edificio enorme y antiguo. Por lo visto tenia mucho parque y varias hectáreas alrededor.
La puerta se abrió para dar paso a una mujer esbelta, alta y con un porte muy serio.
- Muy buenas tardes.- sonrió falsamente.- Bienvenidos al internado de Winchester.-
Reí por lo bajo.
- ¿Que se piensan que estamos en Londres?.- le susurre a un chico que se encontraba a mi izquierda. También río.
- Pasen por aquí.- la mujer hizo una seña con su mano haciéndose a un costado.
El lugar a pesar de ser antiguo, por dentro era muy elegante. Lo supuse, mi tío no me enviaría a cualquier lugar. Aquí venían los millonarios, gente de familias grandes y ricas, con empresas y mucho dinero.
La mujer nos mostró la cocina, el gran comedor, la biblioteca, el área de juegos, el patio trasero, y los enormes campos que tenia dicho lugar. Era gigante y me gustaba, tenia que admitir que no estaba nada mal.
- Como verán este lugar esta todo impecable. Todos los días entre 15 y 23 amas de llaves ordenan e higienizan todo para que se encuentre totalmente perfecto.- dijo recalcando esta ultima palabra.- ahora bien como saben...o suponen hay reglas que se deben respetar.-
<Por dios que vieja aburrida> pensé
- Los horarios de las comidas y las actividades se avisan por altoparlante, asi que deben estar atentos. No se puede salir del campus al menos que mi esposo o yo lo permitamos. No se corre por los pasillos ni se cruzan de habitaciones. Las 10 pm es la hora de dormir, ni mas ni menos.-
<Me voy a morir en menos de dos días si sigue así>
- Esta todo perfectamente estructurado y el que desobedezca alguna regla tendrá su castigo, ¿quedó claro?.-
Todos se callaron mientras murmuraban entre si.
- ¡¿Quedo claro?!.- repitió con voz firme
- ¡Si directora!- respondieron al unísono todos.
<Idiotas>
-Bien, ahora Adan y Pol, los conserjes del lugar, les mostraran las habitaciones que se les designaron.-
Todos los fuimos siguiendo a ellos e íbamos habitación por habitación. Conté en total unos 6 pisos con 12 habitaciones cada planta. Parece que los millonarios tenían muchos hijos que se portaban como querían.
- Junior Ricardo Guerrico.- la voz de uno de los conserjes me saco de mis pensamientos. -habitación 21.-
Entre al cuarto mientras entraba las valijas y el bolso conmigo. Lo mire detallado. Me gustaba.
Vi en un ricon 2 camas y en otro rincón otras dos. No sabia que tendria que compartirla.
En una cama se encontraba sentado un chico y del baño salió otro.
- Ey, vos sos el nuevo ¿no?.-
- ¿y a vos que te parece?- dije burlón
- Pero che que mala onda.- hablo el otro - soy Andrés.- me estrecho la mano
- Yo Bruno.- repitió lo mismo que el amigo
- Junior.- dije mientras tiraba mis cosas en la única cama vacía.
- ¿Porque estas acá?- preguntó Bruno
- Yo...- iba a hablar cuando la puerta se abrió y entro un tercer chico.
- Uia...carne fresca.- habló luego de cerrar la puerta.
Revolee mis ojos.
- No soy la putita de nadie yo.- dije sarcástico
- No hace falta, ya tengo las mías.- rió para pararse frente a mi y estrechar su mano.- Blas, Blas Quevedo.-

&quot;El internado&quot;. -Blasnior- &lt;EN PAUSA&gt;Where stories live. Discover now