Carta 1. New Heaven

4.2K 317 57
                                    

Carta 1. New Heaven.

Quizás te resulte extraño, querida yo del futuro, encontrarte con todas estas cartas que probablemente olvidaste que escribiste. O, si por alguno de esos azares del destino cayó en manos ajenas a las mías, permíteme empezar por explicar el por qué de estas cartas.

Es un viejo hábito mío, el cual realisticamente no he practicado desde mis últimos años de secundario, y es lo que solía hacer cuando sentía que mis emociones eran demasiado poderosas para contenerlas en mi pecho, y escribir parecía -y parece- lo más sensato que hacer. Porque, he de admitirlo, me encanta escribir, aunque mayoritariamente son borradores que tarde o temprano termino por desechar.

En fin. La razón principal por la que estoy escribiendo, querida yo -o quién sea que esté leyendo esta carta en estos momentos- es porque me siento abrumada por lo rápido que está avanzando mi vida, lo cual es extraño, porque me siento como una cría de 18 años jugando a ser adulta. No me siento preparada, para nada. Y eso es un problema puesto que mi pasantía en la editorial New Heaven acaba de transformarse en un trabajo de tiempo completo... para el cual no estoy lista.

Aunque Margot Wallace opina lo contrario. Al enterarse de que su más reciente secretario presentó su renuncia oficial, ni siquiera parpadeó antes de pensar en darme el empleo, lo cual es una locura, ¿no es cierto?

Es decir, hasta el momento no he hecho más que leer manuscritos y presentarle un borrador del mismo para la posterior lectura de la señora Wallace, además de corretear por toda la oficina rogando porque su café no se enfríe.

Es conocido por todo el mundo que Margot Wallace es una impresionante mujer, pero que no es la persona más fácil con la cual trabajar, lo cual he podido comprobar en los últimos meses de mi pasantía. Ella no se conforma con nada menos que perfección, y de verdad creo que es una característica interesante, pero eso la convierte en alguien difícil de seguir la corriente. Y es un verdadero problema, ya que ese es, básicamente, mi trabajo.

Es que partir de mañana a las ocho de la mañana, yo, Lauren Woods, seré la secretaria de la editora en jefe de New Heaven.

Y es por eso que no puedo dormir.

¿Sería una mala idea quedarme toda la noche despierta leyendo?

Olvídalo, ya se la respuesta a esa pregunta. Pero una parte de mi no puede contener sus deseos de correr a su lugar seguro, el mundo ficticio de las palabras, donde nada puede dañarnos y estamos a salvo de la realidad, al menos por un rato.

Y si, lo sé, mamá cree que la evasión de la realidad es un defecto y que debo armarme de valor y afrontar mis miedos... pero es por eso que me llevo mucho mejor con papá. Él me entiende, es el único adulto en mi vida que no me ve como un bicho raro sólo por ser un poquito soñadora y vivir con la cabeza en las nubes. Y eso me hace pensar en cuál será la verdadera razón por la que están juntos.

Mi familia es peculiar, como quizás sepas, o no. Mi padre es un hombre simple, que basa su vida en las horas de trabajo y las horas de ocio, con una moderada ración de horas en familia en el medio, mayoría del tiempo en el que se pasa tolerando los caprichos de mis hermanas menores y burlándose de las maneras burguesas que ha adoptado mi madre, aunque ni siquiera se de cuenta la mitad de las veces. Papá lamentó realmente que me mudara a Ohio para estudiar en Stratford, y aún más que luego viniera a Boston para mi pasantía en New Heaven.

Puedo decir honestamente que se alegraron de enterarse de que he conseguido un puesto fijo, no obstante, creo que extrañan tenerme en casa, y debo admitir que yo también lo hago. Tantos años viviendo junto a ellos causa que ahora me sienta extraña estando en mi cuenta, a pesar de que comparto departamento con Jenna Britts, una de mis mejores amigas a quien conservo a mi lado desde la Universidad.

Realmente, mamá solamente se lamentaba de que tuviese 25 años y aun no le haya presentado un novio formal, aunque creo que cada quien tiene sus prioridades, después de todo.

Yo, por mi lado, no pienso conformarme con nadie menos que Fitzwilliam Darcy —Orgullo y Prejuicio, por si te lo estabas preguntando— y, pensándolo mejor, quizás esa es la principal razón por la cual aún sigo soltera. Pero no me importa demasiado. Quiero un amor como uno de esos que tantas veces leí en mis novelas, que nos vuelve incapaces de pensar o actuar correctamente, que nos envuelve en la más profunda miseria de no ser correspondido y en la más profunda dicha si tenemos la suerte de ser correspondidos.

Quiero un amor intenso, que me quite el aliento, con alguien que me ame con todas mis fallas, que no me fuerce a cambiar ningún aspecto de mí porque es capaz de ver más allá de mi indomable cabello y mi cuerpo sin curvas.

No pienso conformarme con nada menos que amor.

"Voy a ser abuela cuando logres sacar a un personaje de tus libros, Lauren" solía reprocharme mamá, y yo no podía evitar reír al respecto. Si, puedo culpar a Jane Austen y tantos otros escritores por hacerme desear algo tan puro e intenso como lo que vivo a través de sus escritos, pero mientras ese amor de novela no llegue, no tengo ningún problema en esperar.

Me encantaría seguir explayándome al respecto, pero creo que es hora de dormir si no quiero aparecer luciendo como un zombi mañana. De cualquier manera, deséame suerte, querido remitente anónimo, porque se que me hará falta.

Con amor,

Lauren Woods.

N/A: Lauren Woods en Multimedia.

Buscando Al Sr. Darcy (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora