Sorpresas del destino (Sesshomaru y tu) [EDITANDO]

Capítulo 2: VECINAS.

Narra ____

Hoy es un día hermoso, el canto de las aves se escucha entrar por la ventana de mi habitación, acompañado del frió matutino que daba un ambiente fresco al espacio, desperté abriendo lentamente mis ojos, parecía mentira, aun no podía creer que estuviera ahora en Japón, en una casa hermosa, y que empezaría a estudiar en una gran preparatoria, estaba extremadamente feliz, nerviosa y algo abrumada.

Me levanto de la cama con una sonrisa estirando mi cuerpo, me acercó a la ventana y cierro los ojos para sentir como la brisa recorre todo mi ser, dando la impresión de suaves caricias, al mismo tiempo juega con mi cabello algo desarreglado, respiro profundo llenando mis pulmones de aquél peculiar aroma que desprecia aquel país, una sonrisa espontánea se fue embosando en mis labios, abro mis ojos lentamente, mis ordes de aquél peculiar color se fueron enfocando juntó hacía el frente, un poco lejos pude divisar la casa de nuestros nuevos vecinos, su templo y su gran árbol.

─ Wow. . .─Se escapó aquella expresión en forma de susurró de mis labios.─. . . Si desde aquí se ve gigantesco. . .─Hice una leve pausa llevando una de mis manos a la parte inferior de mi barbilla, cómo si quisiera analizar o resolver un caso muy importante.─. . . ¿Como será de cerca?.─ Me pregunte a mí misma finalmente mientras mis ojos se abrieron un poco más de lo normal y mi mirada se desenfoco para así mirar a la nada imaginando con algo de diversión la escena en mi cabeza, dónde me podía ver a mi misma súper pequeña como una hormiga, junto aquel mounstruoso árbol.

De un momento a otro una extraña sensación me saco de mis ocurrencias escenas mentales, pestañee un par de veces volviendo a aclarar mi mirar, dirigiendo está hacia aquella casa y allí es cuándo pude observar un resplandor, era una luz rosa justo en un punto en la segunda planta, era extraño no sabía que era parecía estar algo hasta "mágico", o quizás de nuevo me estaba empezando a imaginar cosas o exagerar más de la cuenta, posiblemente era algún tipo de adorno de esos que cuelgan con el viento, y para suerte suya destellaba justo hacía su ventana, bufo agitando su cabeza un poco, debía dejar de ver cosas extrañas dónde no las había, pero, aunque se lo diga asi misma, tenía curiosidad por saber de dónde provenía o que era aquel extraño resplandor, sin más emprendí marcha al baño a ducharme para luego bajar a desayunar algo.

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Narra Kagome

─ ¡Buenos días! Oka-san.─ Dice Kagome con una sonrisa.

─ ¡Buen día! Hija ¿Como pasaste la noche?.─ Pregunta su madre con una sonrisa mientras preparaba el desayuno, se sentía tan feliz de volver a tener a su pequeña hija en casa.

─ Aww. . .─Un suspiro de alivió y tranquilidad se escapó de la pelinegra.─. . . ¡Súper bien! extrañaba tanto mi cama, los largos y relajantes baños que me puedo dar en la tina. . . ─Añadio sintiéndose totalmente renovada.─. . . ¡Oh! . . . y claro mamá ¡Tu deliciosa comida!.─ Exclamó con rapidez y ánimo sentándose a la mesa.

─ Ay hija, me alegra tanto escuchar eso. . .─Musito mirándola con dulzura.─. . . ¡Ah!. . .─Recordo algo repentinamente.─  . . .Hija pienso invitar a almorzar a las nuevas vecinas hoy.─ Agregó mientras colocaba el desayuno en la mesa.

─ ¿Vecinas?. . .─Pregunto sin entender muy bien.─. . . ¿Ya tenemos nuevas vecinas? ¿Son solo mujeres?.─ Volvió a preguntarle extrañada Kagome.

─ Así es hija, es una Señora y su hija, son extranjeras. . . ─Le informo de manera calmada.─. . .  Creo que la joven es de tu edad o no se llevan mucha diferencia. . .─Dijo con una sonrisa.─ . . .Y creo que estudiara en tu colegio Kagome. . .─Le dijo mientras colocaba los jugos en la mesa.─ . . . ¿No te parece bien? Si ambas son amigas ya no extrañarás a Eri y Ayumi. ─Le mensiono mientras le dió una suave caricia sobre su cabeza.