14 Cap

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Todo es tan perfecto ahora, nadie se mete conmigo, tengo novio y tengo de vuelta a mi mejor amigo.

He podido defenderme y he podido defender a gente que me importa.

Si sigo así mi vida no será tan mala como pensé.

Sigo en el parque con Víctor, dejamos de besarnos ya que todo el mundo nos observaba, incluso un hombre que pasó a nuestro lado nos silbó .

Después nos fuimos a un banco, lejos de la multitud.

La verdad solo pensaba en otra cosa que saborear el sabor a fresa.

Me giré a ver a Víctor que estaba sentado a mi lado. Poco más y se podían ver estrellitas a su alrededor, estaba muy feliz.

Cogí mi teléfono por si me habian escrito, para poder desbloquear mi móvil puedo hacerlo poniendo contraseña o con la huella dactilar.
Es así de moderno , me lo regalaron mis padres hace poco por arreglar mis problemas yo solita.

Siempre utilizo la huella ya que se desbloquea más rápido, cuando puse el dedo me ponía huella no registrada.

Volví a probar y fallo.

Mire mi dedo y tenía el bulto de mi amiga la avispa.

¡No puede ser! No la reconoce por el bulto.

Dios, jamás pensé que esto me pasaría a mí.

Empezé a reírme y Víctor mi miro con el ceño fruncido.

Le explique el porqué y el empezó a reírse también.

Al terminar nuestras risas, Víctor se puso serio.

-Amelia... -

-Dime Víctor - Le dije con una sonrisa. Parece que me va a decir algo importante.

- Verás, siempre me pareciste una chica interesante, nunca he tenido amigos especiales porque siempre he pensado que las personas te acaban traicionando, por experiencia propia.
Cuando te conocí pensé que valía la pena intentarlo contigo. Parecías una chica asustada y ¡mira lo que eres ahora!. (se rio)
(ahora entendía porque me dijo que valía la pena intentarlo cuando nos conocimos)

Quiero que seas mi novia, mi amiga, y mi futura esposa. -

-Vict-

-Lo se, somos jóvenes para que seas ya mi esposa - dijo abriendo los brazos.

-Pero en un futuro quiero que lo seas- (dijo sacando una cajita color rojo con un lazito negro)

Me lleve las manos a la boca sorprendida.

-No es un anillo pero creo que te gustará -

Me lo entrego, yo desaté el lazo y lo abrí.

Las lágrimas empezaron a salir, me daba igual que alguien me estuviera viendo, solo lloraba y era por alegría.

En la cajista estaba el collar de 'La tienda de los tesoros'

-No puede ser... - Víctor cojió el collar y me lo puso en el cuello.

Era espléndido, la luna y el espacio. Tan precioso.

-Muchas gracias Víctor y por supuesto que me casare contigo - conteste limpiandome las lágrimas.

El y yo nos abrazamos y nos dimos un beso que jamás olvidariamos.

Despues de eso estuvimos un rato más hablando y haciendo el tonto, también algunas cosillas más que podéis imaginarlo. No seáis muy pervertidos por favor.

Me acompañó a mi casa, al que a parecer Jeff me estaba esperando.

Víctor se molestó y delante de él me dio un beso muy apasionado y cuando digo muy es muy. Intento meter la mano debajo de mi camisa pero claramente no le deje.
No delante de Jeff.

Al marcharse Jeff y yo fuimos directos a mi habitación.

Nos sentamos en mi cama.

-Ya puedes contarme todo, con sumo detalle. -

Le explique todo lo que había pasado hasta ahora, incluso lo de Estela.

El se sorprendió, no esperaba eso de Estela.

Me dio un golpe en la cabeza, yo me acaricie la cabeza a ver si así podía disminuir un poco el dolor.
Juraría que me había salido un chichon.

-¡Eso duele! - protesté 

-Eso te pasa por ocultarmelo todo. - acto seguido me aplaudió y me acaricio la cabeza.

-Estoy muy feliz de que ya puedas defenderte sola, eres muy valiente - dijo sonriendo.
Yo sonreí también.

Después el me contó lo que hacía el en su instituto, al parecer había conocido gente muy amable y que algún día me los quiere presentar.

También que había descubierto algo muy importante y que me lo contaría  más adelante, también jugamos a las cartas y nos contamos muchas bromas.

Se fue a su casa un par de horas después ya que mañana había instituto y el lo empezaba también.

Ya cuando el se marchó, me dí una ducha, me puse mi pijama y me tumbé en la cama.

No sin antes guardar bien el collar que me regaló Víctor. Sonreí al verlo de nuevo. No me esperaba que el me lo hubiera comprado. Es una sorpresa muy agradable.

Me explicó que el último que quedaba en la tienda lo compró el y que le pidió al dueño que no me lo contará.

Sin darme cuenta ya estaba dormida.

Dormí plácidamente, pero, claro, yo no puedo saber el futuro y no sabía la sorpresa que me llevaría al día siguiente.




Unos kilos de másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora