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Primera dirección:

Boo Seungkwan y las maletas.

Él no podía afirmar que se sentía feliz de haber sido un GRAN afortunado..."GRAN".El gobierno gracias a muchas de sus insistencias le dejó unos MUY generosos 10 minutos para alistarse y despedirse de su familia; aunque, él no iba a llevar casi nada quería recorrer por unos tres minutos lo que había llamado casa durante sus 19 años de vida. Nada había cambiado, ni siquiera, esas cortinas amarillentas que le acordaban a los dientes mal lavados...desagradable, el cuarto de sus hermanas vanidosas estaba igual de brillante y espacioso con todos los adornos y los diferentes robots de servicio que lo mantenían en un estado de "nuevo" , la sala blanca con muebles cuadrados también ya extrañaba y a su vez el árbol artificial. No se despidió de nadie porque para ellos aquella despedida significaba motivo de alegría mientras que el contrastaba por su tristeza...extrañaría el árbol y su escondite, la vida en una isla nunca fue mala, nunca se quejó porque no estaban las últimas tiendas de marca o porque a veces la señal era inestable en el lugar. Definitivamente extrañaría a Jeju.

"¿Está listo?"

"Sí."

Adiós Jeju.

.

.

.

Segunda dirección:

"No tiembles."

"No tiembles."

"No tiembles."

Repetía una y otra vez minghao, al parecer una extraña marca roja apareció en su muñeca.

Le fastidiaba y mucho.

"Hazlo por mami y papi."

Debía de distraerse...no podía estresarse.

"¡Qué has hecho!"

"Lo que me pediste mama."

"a mayoría de la gente está atrapada en su armadura.(dijo el Rey)

¿Qué queréis decir? (preguntó el caballero)

Ponemos barreras para protegernos de quienes creemos que somos. Luego un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir."

Recitaba de memoria una y otra vez las líneas de uno de sus cuentos favoritos cuando era pequeño:

El caballero de la armadura oxidada.

Le gustaba y por ello, le calmaba.

El punto rojo no le haría nada...nada.

*toc toc*

Tocaron su habitación y él decidió interrumpir su recital.

"Pase."

Al entrar espero pasos arrastrados y lentos de su viejo mayordomo Mark,pero a cambio recibió pasos pesados y metal chocando. Tenía que voltear.

"Xu Minghao, usted ha sido uno de los 9 afortunados que irá a una de las mejores institutos del mundo."

¿Afortunado?

"Debe ir con nosotros."

¿Irse?

Miro por unos segundos a Mark y este le dio una mirada compasiva, aquella situación no era broma; sin embargo Minghao quería que lo fuera.

"Necesito...tiempo."

Volviendo a su anterior posición rápidamente, espera con el "oído levantado" que los pasos se alejen, y lo hacían hasta que captó el familiar rozamiento de la cerámica con zapatos de pasta negra que solamente una persona en la casa los usaba, Mark, debía de hablar con Mark.

遺伝子 (GEN)  /SEVENTEEN/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora