Capítulo 16: La arpía

719 33 0
                                    

MIKE

- Ah, y oye Brad, ¿tenéis preparadas ya algunas canciones para el nuevo álbum? -dijo Lina.

- ¡Claro! Me encantaría enseñarte alguna de ellas un día de estos.

- Buah, eso estaría genial. Muchísimas gracias.

No, no puede ser verdad.

Brad y Lina siguieron charlando sobre nuevos discos de la banda y del tour que acababan de comenzar hace poco, cuando vi alguien que conocía, y muy bien, entrar por la puerta del McDonald's. Era Carlisa, ¿qué hacia ella allí? ¿No se suponía que estaba en Estados Unidos? Puede que haya venido de vacaciones o quién sabe qué está haciendo aquí. Pero creo que será mejor que no me vea. Ni mucho menos que Lina la vea. No creo que hayan malos rollos. Uff, puede que esté pensando demasiado y quizá no haya ningún problema con saludar. Pero ¿la saludo? No sé. Joder, estoy tan pendiente de que Carlisa no me vea que no me he dado cuenta de que llevo sin hablar un buen rato. Me parece que Lina se ha dado cuenta, y eso que está bien entretenida con Brad. Uff.

Intento entrar otra vez en la conversación pero enseguida me doy cuenta de que ya no estaban hablando y Lina no paraba de mirar por todo el restaurante. Está mirando al mostrador, Carlisa está ahí. Como la haya visto...

De repente, Lina nos dice a Brad y a mí:

- Chicos, tengo ganas de comerme un McFlurry, creo que voy a ir a pedirme uno, ahora vengo.

Vale, esto va mal. Estoy seguro de que va a acercarse para verla más de cerca. Así que decido ir con ella.

- Eh, Lina. Voy contigo si no te importa. A mí también me apetece un McFlurry.

- Claro, no me importa. ¿Vienes tú también Brad?

- No, da igual chicos, id vosotros dos que a mí no me apetece ahora. Gracias.

- Vale, ahora venimos -dice Lina.

Nos acercamos al mostrador para pedir los McFlurries, sabía que Lina iba a saludarla, pero en aquél momento Carlisa se adelantó y nos saludó a los dos. Después, apareció alguien alto, con el pelo castaño oscuro, ojos verdes, una camiseta ajustada negra y unos jeans detrás de Carlisa. Un tío al que apenas me había fijado mientras estaba sentado en la mesa. Parece que iba con ella. Supongo que sería su novio estadounidense. Tenía la pinta de ser el típico matón de instituto que sale en las películas de adolescentes.

Nos saludó a los dos, a Lina y a mí. Su nombre era Leo, Leonard.

- Buenas Carlisa. Qué sorpresa verte por aquí. ¿Y eso que has decido volver a Reino Unido? ¿O sólo estás de vacaciones?

- Bueno, supongo que vengo de vacaciones, pero puede que decida volverme otra vez aquí.

- Ah, bien.

- ¿Y tú qué? ¿Estás saliendo con esta?

- ¿Perdona? ¿Se puedes saber que me acabas de llamar? ¿Te he hecho algo?

- Leonard, vete un momento por favor. Lleva la comida a la mesa. Ahora.

- ¡Que me respondas!

- ¿Cómo que qué me has hecho? Me has quitado a mi novio, zorra.

- Ehh, tranquilízate Carlisa. ¿Se puede saber qué coño te pasa? En serio, tienes un problema, míratelo -le dije yo.

- ¿Que yo tengo un problema? Igual el que tiene un problema eres tu, que de repente me quieres mucho y tal, o eso me decías, ahora te veo con esta. Increíble.

- ¿Perdona? ¿Me puedes decir hace cuánto tiempo que no hablamos? ¿Piensas que te quiero algo, lo más mínimo? Pues estás muy equivocada, Carl.

- Vale, es verdad que me he pasado un poco. Lo siento.

- ¿Sólo lo sientes? Has insultado a mi novia, no te lo voy a perdonar jamás, ¿qué te has creído? Empiezo a pensar que solo has venido a Inglaterra para joderme la vida, ¿no es verdad? Mira, te voy a decir una cosa, olvídame ya. No quiero saber nada de tí. Ahora vete con tu novio Leonard, o como cojones se llame y déjame vivir. Hasta luego.

- Te arrepentirás de esto, Mike. Te arrepentirás.

- Lo que tú digas.

Silencio.

- Mike, en serio, no te preocupes -me dijo Lina con tono consolador.

- Uff, ¿cómo no me voy a preocupar después de lo que te ha dicho? ¡No lo soporto, Lina!

- Tranquilízate cariño. Ya se ha ido y no nos va a volver a molestar si no nos acercamos a ella, ¿vale?

- Intentaré tranquilizarme sí. Pero sé que va a intentar fastidiarmelo todo. Lo sé.

- Bueno, tú no lo pienses, vamos a pedir el McFlurry.

Vamos al mostrador.

- Buenas noches. ¿Qué desean?

- Buenas, yo quiero un McFlurry de Oreo con chocolate, por favor. ¿Tú que quieres, Mike?

- Eh... pues yo quiero un McFlurry de KitKat con chocolate blanco.

- Muy bien, aquí tienen. Son 5€.

- Pago yo, cariño -dije.

- Vale, como quieras, pero a la siguiente pago yo.

- Ya veremos ja,ja,ja.

Volvimos a la mesa con Brad.

- Hey chicos, ¿qué ha pasado? Os he visto discutiendo con Carlisa, aunque no sé que hace aquí. Bueno, más que veros os he escuchado, se os oía por todo el McDonald's.

- Lo siento ja,ja,ja. Es que Carlisa ha empezado a insultar a Lina y me he puesto hecho una furia.

- No, no lo sientas. Esa tía es una arpía. En uno de los conciertos del tour fuimos a Estados Unidos y la vi en primera fila. Al acabar, apareció en mi camerino diciendo que me necesitaba. Obviamente la mandé a paseo pero vamos, que esta cambia más de tio que de ropa.

- Ja,ja,ja. Bueno, mejor no acercarse a ella.

- Sí, será mejor, a ver si vas a volver con ella y me dejas aquí sola. Bueno, siempre tendré a Brad.

La miré con un ojo enarcado y con la mirada seria, pero con un tono de comedia.

- No te puedo dejar sola, Lina, me es imposible. Y menos me voy a ir con esa.

- Eso espero.

Nos fuimos cada uno a nuestra casa. Yo particularmente fui directamente a la cama, estaba bastante cansado. No había mirado el móvil en toda la noche así que opté por mirar si tenía mensajes o notificaciones nuevas.

Y sí, tenia veinte mensajes. Casi todos de Carl, menos tres que eran de un grupo que teníamos los de clase. Todo cadenas. Los mensajes de Carl eran de disculpa, prácticamente los diecisiete. Alguno había en el que me llamaba cabrón o cualquier otro insulto porque no le contestaba.

Parece que me vio en línea porque, al momento en el que vi sus Whatsapps, mandó un último:

- Por favor, necesito quedar contigo y hacer las paces. Por favor.

No le voy a contestar, pero puede que si quede con ella para que se disculpe bien por lo que ha hecho. Pero no se si será la mejor idea.

Siempre a tu lado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora