Capítulo 26

4.5K 245 85
                                    

Cat y Veryn habían encontrado a Maggie Dawson, Elim Tilmaz y Marcos Torres en una pequeña localidad cercana a Eydimburg llamada Meishmel. Varios días atrás, el agente especial Gideon Von Löwe había dado con ellos tras casi una semana de exhaustiva investigación. Una vez localizados, el agente había informado a los maestros de la División y estos, a su vez, a la pareja. A partir de entonces, todo había sido relativamente fácil. Veryn y Cat, con la ayuda de Oscar, Gideon y Robert, engañaron a los tres bellator fingiendo ser enviados del propio Elspeth para sacarlos de la posada donde los habían encontrado. Una vez fuera, los llevaron hasta un callejón poco poblado y los redujeron fácilmente. A partir de entonces, maniatados y con los ojos vendados, fueron conducidos hasta la "Misericorde" con un claro destino: la isla de Mimir. Y allí habían permanecido hasta entonces, encerrados en la celda a la que Ana había sido conducida.

Durante aquellos días habían sido sometidos a varios interrogatorios, pero sin ningún resultado positivo. Los tres bellator, entrenados para resistir todo tipo de torturas, habían soportado estoicamente todas y cada una de ellas. Así pues, habían ido superando una a una todas las pruebas hasta que, aquella misma tarde, les había sido asignado al fin el Maestro Interrogador. Dados los pocos resultados obtenidos por el resto de agentes menores, el propio Anders Dewinter había decidido hacer un pequeño hueco en su agenda para poder ser él mismo quien sondease a los prisioneros. Para ello, como de costumbre, no iba a escatimar en recursos. Aquel hombre disponía de un amplio abanico de herramientas y técnicas de tortura tanto física como psicológica para obtener cuanto necesitara que siempre le había dado resultado. Absolutamente siempre, y, aquella vez, desde luego, no iba a ser diferente.

Afortunadamente para Maggie, Marcos y Elim, la repentina llamada de socorro enviada por Orwayn desde la torre de comunicaciones de la playa les había librado del encuentro. Anders optó por capitanear él mismo el equipo de rescate y, de aquel modo, en su lugar, fueron Ana y Cat las que, caída la noche, cruzaron el umbral de la puerta.

Ana conocía a aquellas tres personas. Maggie era la que más fresca tenía en su memoria gracias a su simpatía y a su peculiar aspecto, pero los rostros de Elim y Marcos no le resultaban desconocidos. Al contrario. Elim, siendo uno de los bellator más jóvenes que acompañaban a su hermano, había destacado como el que más. Ana no había coincidido con él en demasiadas ocasiones, pues hacía relativamente poco que se había unido a Elspeth, pero sabía de su talento natural gracias a las noticias que le mandaba su hermano. Al parecer, aquel jovencito de no más de veintidós años le esperaba un futuro muy prometedor.

Marcos Torres era uno de los veteranos que viajaba con Elspeth. Tras trabajar duramente al servicio del Rey en su guardia privada a lo largo de más de veinte años, el bellum había sido reclamado para la tripulación de la "Castigo de Hielo". Según había podido saber Ana, aquella decisión nunca había llegado a convencerle del todo, pues Torres era reacio a viajar por el espacio, pero jamás se había posicionado oficialmente. Marcos había aceptado su cambio de localización y, a base de esfuerzo y lealtad, había acabado convirtiéndose en uno de los hombres de mayor confianza del príncipe.

—¿Os encontráis bien, Alteza? Vuestro brazo...

—Está bien, tranquila, Maggie. Es... —Ana negó suavemente con la cabeza, quitándole hierro a la herida—. Es por seguridad. ¿Qué hacéis aquí? Ni tan siquiera sabía que estabais en el planeta. Elspeth volvió con una nave y una tripulación totalmente nueva.

—Lo sabemos, con Rosseau y su "Cuervo" —dijo Elim con sarcasmo, casi escupiendo la palabra—. Lo vimos en los noticieros, siempre en segunda fila, en la sombra. Desconocemos cuál ha sido el destino del resto de tripulantes de la "Castigo", Alteza, pero es probable que estén muertos. Cuando decidimos volver, varios de ellos ya habían sido asesinados.

Dama de Invierno - 1era parteWhere stories live. Discover now