Viviendo con el enemigo

Capitulo 30

- Buenos días princesa. - Dijo Adam despertándome con tiernos besos. - ¿Que tal has dormido? - Sonrío.

- Contigo a mi lado la verdad es que genial.

- No te imaginas lo mucho que echaba de menos esto..

- Casi tanto como yo. - Dije sonriendo de medio lado.

- No quiero que te vayas. Aparte esta es tu casa..

- Eso es lo de menos. Pero Adam entiende que las ultimas semanas han sido agotadoras para mi, tanto psicológicamente como físicamente. No puedo volver a eso.

- Si estas segura.. - Dijo Adam encogiéndose de hombros, sabia que la partida la tenía perdida.

- Bajemos a desayunar anda. Tengo muchísima hambre. - Dije levantándome de la cama.

Tan solo llevaba mi ropa interior y una camiseta de Adam que me quedaba de vestido.

Al llegar a la cocina encontramos a Alec tras una fuente de deliciosa comida.

- Chicos he estado pensando, y si alguien debe irse soy yo. Kate esta es tu casa y debes disfrutar de la convivencia con Adam en ella sin tantos problemas. Yo puedo encontrar un apartamento y no es problema para mi. Igualmente no penséis que os desharéis de mi porque vendré a visitaros. Pero espero que me entendáis y apoyéis.

No fui capaz de encontrar una palabras adecuadas para el momento así que le di un abrazo que lo decía todo sin necesidad de usar palabras. Y estoy completamente segura de que el lo había entendido.
Alec era un chico con un corazón increíble y a pesar del daño que yo le había causado el estaba anteponiéndome a el y a su comodidad, ya que encontrar un buen piso no era tarea fácil. Lo quiero muchísimo pero tal vez no de la misma manera que a Adam.

- Siempre puedes ir a nuestra casa. - Dijo Adam.

- No, ya va siendo hora de independizarme. - Rio Alec.

- De verdad que no hace falta que te vayas Alec.. - Empece a decir yo.

- Kate déjalo, la decisión esta tomada. - Me corto Alec.

- Si de verdad es lo que quieres te apoyare. Pero que no sea por mi. - Dije.

- La decisión sigue siendo la misma. Esta misma tarde voy a ver el primer piso. Espero que este bien. - Sonrío Alec.

Dicho eso subió a su dormitorio y me dio una pena terrible que Alec volviera a separarse de mi después de todo.

- Parece que volveremos a estar solos.. - Sonrío de medio lado Adam acercándose a mi mientras me agarraba la cintura.

- Si, volverás a ser mi único niñero. - Rei.

- ¿Qué te apetece hacer hoy?

- La verdad es que no tengo ni idea.

- Tal vez hoy podríamos disfrutar de un día tranquilo, después de todo no vendría nada mal. - Sugirió, teniendo toda la razón del mundo.

...

Repase toda la tarde en mi mente cuando conseguí acostarme en la cama.
Habíamos pasado la tarde entre caricias, besos, abrazos, risas y cortas charlas interrumpidas por mas besos.
Esto simplemente era lo que necesitábamos, estar el uno para el otro, sin problemas. Necesitábamos algo de tranquilidad de la que disfrutar, y aunque después de la tempestad venía la calma, la tempestad volvería, pero hasta entonces esperaba disfrutar esta calma con Adam. Porque realmente estaba enamorada de el y con el era feliz. Adam me completaba y era la persona que yo siempre había necesitado. El me comprendía y apoyaba en todo, siempre estaba ahí para mi, aunque yo le hubiera hecho algo malo el ahí seguía y yo valoraba mucho eso, como todo lo demás.

Cuando note el dolor de mejillas provocado por la sonrisa de idiota que me causaba pensar en Adam decidí que ya había pensado bastante por hoy y fue entonces cuando cerré los ojos y me dormí.

...

- Kate.. Kate.. - Empece a notar suaves empujones y espere que fuera solo un sueño..

- Vamos Kate, acabamos de llegar y te hemos echado de menos. - La voz de mi madre me devolvió a la realidad..

Mis padres acababan de llegar y lo primero que paso por mi mente fue Adam. ¿Tendría que despedirme hoy de el? Porque no estaba preparada para ello. La tempestad había vuelto y no me había dado tiempo de nada. Ahora solo podía rezar para que Adam no tuviera que marcharse hoy..

- Vamos Kate, baja a desayunar. - Me sonrió mi padre.

- Los padres de Adam llegarán enseguida, te recomiendo que te vistas. - Dijo mi madre antes de cerrar la puerta.

Por favor que sus padres estuvieran muy cansados y quisieran pasar la noche aquí..

Me recogí el pelo enredado en una coleta alta y rápidamente me puse unos shorts negros junto con una bandana blanca. Sin perder mas tiempo fui a la cocina.

Al cruzar el umbral de la cocina me cruce con los ojos de Adam que me miraban con una gran preocupación. Parece ser que a los dos se nos había pasado la misma pregunta por la cabeza. Intente forzar una sonrisa para que mis padres no notaran nada, aunque si Adam tenia que irse hoy estaba dispuesta a lo que fuera con tal de cambiarlo.

- ¿Que tal el viaje? - Me atreví a preguntar.

- Genial, mucho trabajo pero un precioso lugar. - Sonrío mi madre.

- ¿Y que tal por aquí? ¿Habéis conseguido dejar los rencores a un lado? - Mi padre lanzo la pregunta y yo me quede en blanco.

- Algo así.. - Respondió Adam por mi, salvándome, una vez mas.

- De verdad que me alegro, he esperado este momento por muchos años. - Volvió a sonreír mi madre. Espero que si te dijera que nos hemos enamorado sonrieras igual..

- ¿Y cuando llegaran mis padres? - Pregunto Adam.

- Han tenido unos problemas en el aeropuerto, pero no creo que tarden mucho mas en llegar.

- ¿Y sabes si dormiré hoy aquí? - La respuesta de mis padres a esa pregunta me daba realmente miedo..

- Si te digo la verdad no lo se. Estamos cansadisimos del viaje, pero aunque a tu madre le pareció una gran idea pasar aquí la noche y iros mañana mas descansados de el viaje, a tu padre no le gusto tanto mi oferta. Es entendible que quiera llegar a casa. - A los pocos segundos de que mi madre contestara la pregunta de Adam sonó el timbre, mis nervios aumentaron.

Mi padre abrió la puerta para dejar pasar a los padres de Adam, estos rápidamente pasaron a la cocina y saludaron a su hijo.

- ¡Adam, te he echado tanto de menos! - Lo abrazo su madre. En otro momento esa escena me haría gracia o me parecería tierna, pero ahora solo quería que pasara lo mas rápido posible.

- Justo ahora mismo me estaban contando que habían empezado a llevarse bien. - Sonrío mi madre hacia la de Adam.

- ¡Eso es maravilloso! - Dijeron los padres de Adam emocionados al unísono.

- Papa, ¿cuando nos iremos? Es por si tengo que empezar con la maleta.. - Adam por fin realizo la pregunta de la que tanto necesitaba la respuesta en este momento. Aunque a la vez tenia miedo..

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🎀
¡Ya estoy por aquí otra vez!
Siento mucho tanto retraso.🙄
Pero he de deciros que hay nueva portada y que he corregido algunos errores que la historia tenía.

🎀
Ahora, ¿Que pensáis? ¿Que queréis que digan sus padres?