- Está bien... resulta que tengo algo de... temor... -lamiendo sus labios, eligiendo las palabras correctas; hablaba lo suficiente alto sólo para que Taehyung lo escuchase-... porque le hice algo a Mel, que ella no sabe, y cuando lo sepa estoy seguro que se va a sentir mal. Y no quiero que se sienta mal o algo cambie entre nosotros. Cuando ella se siente mal, se enoja y se aleja y... simplemente no quiero lastimarla.

Taehyung se acercó aun más, apoyándose en el pecho de Hoseok cuando este desvió la mirada, apesadumbrado. El escultor miraba fijamente sus expresiones, como queriendo ver qué había detrás de ese brillo de tristeza; el que mencionase a Mel le hacía ponerse algo celoso, porque recordaba esa vez en la que Namjoon dijo que a Hoseok le gustaba, pero eran celos que quedaron totalmente aparte con el rostro abatido de Hoseok.

- Entiendo... ¿Hace cuánto conoces a Mel?, ¿Cómo se conocieron?

El profesor arrugó el rostro, pensativo, como si estuviera rememorando esos tiempos.

- Desde que tenía 15 años, nos conocimos en la escuela, ella iba en el mismo grado que yo, sólo que en diferente salón -luego sonrió con nostalgia, haciendo que Taehyung también sonriera-. Resulta que... fue todo muy cliché, en realidad... estaba este chico siendo agredido por otros y ella se metió, lo defendió y le dio su bento porque este chico se desmayó del hambre después de la golpiza que le dieron.

- ¿Tú eras ese chico? -preguntó aterrado ante el escenario en su cabeza, haciendo que Hoseok lo mirara-, ¿Fuiste agredido?, ¿Por qué?

Hoseok hizo una mueca, dejando de mirarle y Taehyung sintió que el agarre en su espalda se afianzaba. Le gustaba cuando Hoseok lo apretaba de esa forma; le hacía sentir deseado. Necesitado. Le gustaba sentirse necesitado como en ese momento, aunque Hoseok no parecía ser muy consciente de ese detalle.

- Yo... era diferente -torciendo el gesto, resopló-. No era muy... simpático, ya sabes, no de la forma cordial en la que soy ahora. No sonreía para nada.

Ladeando la cabeza, Taehyung abrió los ojos algo incrédulo.

- No te imagino sin una sonrisa en la cara... excepto, claro, cuando estás enojado, pero incluso cuando estás enojado recuerdo tu sonrisa y es... tu sonrisa es muy...  -musito Taehyung, sonriendo con ternura y arriesgándose a tocar la comisura de la boca de Hoseok con el dedo índice. Recordaba con exactitud el hoyuelo que solía formarse en ella-. ¿Cómo no existía tu sonrisa antes?

Hoseok se quedo quieto al tenue contacto, podía sentir su rostro caliente cuando volvió a mirar a Taehyung a los ojos. Con delicadeza tomó la mano de Taehyung y tuvo el deseo de ponerla en su mejilla, pero se arrepintió al sentirse malditamente asustado, así que dejo que Taehyung apoyara su mano en su hombro.

- La tuya es peculiar -Taehyung ladeó la cabeza, confundido. Hoseok aclaró-; Lo peculiar es bonito -sonriendo hizo que Taehyung se sonrojara y sonriera también-. No, tus ojos definitivamente también son muy peculiares, ¿Sabías que hay un tipo de serpiente en África que puede hipnotizar aves con sus ojos? Aunque en realidad, este tipo de serpientes logran atrapar a sus presas sólo porque conocen su mecanismo de escape. Sus presas son predecibles.

- ¿Por qué presiento que me estás llamando serpiente? -alzó ambas cejas, divertido y suspicaz, haciendo que Hoseok soltara una carcajada-. Tú realmente luces encantador por fuera, pero por dentro eres muy sádico. Como un oso panda. Jimin dice que parezco un oso pardo, pero en realidad creo soy más como un león. Jimin parece un pollito, aunque en realidad es una gacela.

- Tú eres un pollito -musito Hoseok, irguiéndose un poco más y depositando un beso en el cuello de Taehyung, haciendo que este se estremeciera y casi murmurara un << más >>-. También haces un gesto gracioso con la boca. 

- ¿Cuál?

- Algo así -Hoseok apretó los labios, casi como una sonrisa sin dientes, haciendo que Taehyung riera y volviera a tocar los hoyuelos que se le formaban. Hoseok hizo ademán de morderle, haciendo que Taehyung tratara de alejarse por la sorpresa, pero volvió a retenerlo contra sí cuando volvió a besarle, esta vez en los labios.

Taehyung se dejo hacer, suspirando entre sus labios y envolviendo sutilmente sus brazos alrededor de los hombros de Hoseok. De tanto comer gelatina, ya hasta podía sentir sus piernas temblar como si él estuviera hecho de ella. Hoseok tenía ese poder sobre él. 

Nunca sabe exactamente cuanto tiempo pasan besándose, podrían pasar horas y horas y sólo lo sabrían cuando sus labios dolieran o se les dificultase respirar. Para entonces, Taehyung apoyaría la frente en la de Hoseok y sonreiría; en ese momento, no pudo evitar pensar hasta qué momento aplazaría la conversación sobre su relación, el hecho de que cada día desde el primer beso no habían podido dejar de hacerlo. No habían tenido sexo, pero la forma en la que Hoseok le tocaba tenía que significar algo; el que le besase, el que incluso le preguntase qué quería comer para esa noche. A veces Taehyung ni siquiera avanzaba en la escultura de todo el tiempo que pasaba en las manos de Hoseok y se le estaba agotando el tiempo. Sólo faltaba una semana para la exposición.






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Tócame. HOPEV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora